XIV

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eran cerca de las tres de la mañana cuando luke había salido hecho una furia de su casa.

otra vez había discutido con su madre y no tenía ganas de volver a hablarle, por lo menos por ahora.

salió a caminar sin rumbo alguno, era algo que siempre lo calmaba, caminar por la noche con aquel cálido clima de los comienzos del otoño, pensando cuanto odiaba a su madre cuando se ponía así de gritona e histérica. aunque de seguro más tarde volvería pidiéndole perdón, ya era algo normal.

siguió caminando hasta llegar a la entrada de un club nocturno. un montón de adolescentes con olor a cigarro y alcohol salían por las puertas de aquel lugar, otros estaban haciendo cosas no-santas contra las paredes de aquel edificio, un grupo de, aparentemente, universitarios inhalaban alguna sustancia extraña en la esquina. todas aquellas cosas repugnaban a luke, pero de todas formas creyó que sería divertido entrar, relajarse un poco.

cuando estaba por entrar, un chico que salía se tiró arriba de él.

-oh, lo siento amigo, ¿te encuentras bien?- preguntó seguido de una estruendosa risa el, notoriamente alcoholizado, chico

-si, est¿¡michael!?-preguntó horrorizado

-soy yo-dijo con una extraña sonrisa en su cara

-no me digas que estás drogado, dios, más te vale que no, ¿qué piensas que haces a esta hora aquí?

-luke me abandonó-su cara feliz cambió a una triste en un segundo

-mierda, michael, te llevaré a mi casa

-wow, amigo, estamos yendo muy rápido-dijo, riéndose con cada palabra que decía

esta sería una larga noche, tal vez más para luke que para michael.

nictofobia ✧ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora