Esta es la historia de Son Goku, el Saiyajin más fuerte del universo 7. Un día, mientras entrenaba, su presencia fue requerida por Zeno-sama, quien deseaba hablarle sobre una importante propuesta.
Sin embargo, durante este encuentro, Goku descubrió...
Por el momento, no había ocurrido ningún conflicto importante, al menos no uno lo suficientemente grande como para requerir la atención de Laura en algo tan monumental como reconstruir una ciudad entera.
Por ahora, Laura se dedicaba a tareas más pequeñas pero significativas: construir casas para personas necesitadas, distribuir alimentos a los hambrientos, edificar escuelas y planificar universidades.
También trabajaba en la modernización de autopistas, actualizando materiales y mejorando la infraestructura con pintura y detalles que daban un nuevo rostro a la metrópolis y otros países que aceptaban su ayuda.
Este apoyo era global, aunque algunas naciones rechazaban sus servicios al considerarlos innecesarios para sus propios estándares.
Por otro lado, Kakarotto, apodado "El Guerrero Dorado" o más conocido como "El Guerrero Dragón", marcaba la diferencia en el mundo como un héroe incansable.
Su reputación crecía rápidamente, tanto entre los ciudadanos que lo admiraban como entre los villanos que lo temían.
Su forma de actuar era distinta a la de otros héroes: ayudaba de manera constante y global, sin mostrar signos de agotamiento.
Esto lo convirtió en un símbolo de esperanza para muchos y en una amenaza para los criminales, entre ellos el Joker y Bane, quienes lo enfrentaron mientras llevaban a cabo sus fechorías, solo para descubrir que no era un oponente cualquiera.
Sin embargo, este Kakarotto no era el original, sino un clon perfecto creado mediante su técnica avanzada de multiplicación.
Este clon compartía no solo la apariencia y habilidades del verdadero Goku, sino también su deseo de hacer el bien.
Mientras el clon se encargaba de combatir el crimen y ayudar a la humanidad, el Goku original aprovechaba para relajarse y pasar más tiempo con sus tres amigas, quienes poco a poco se estaban convirtiendo en algo más que simples compañeras.
Después de unos días, Laura dejó el mando a alguien de su entera confianza: Celia, la mujer que ahora trabajaba como su asistente y diseñadora de trajes, tanto para ella como para Goku.
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Elegante y estratégica, Laura sabía rodearse de personas que aportaran valor tanto a su vida como a la de su maestro.
Junto a Celia, se encontraba Lana Luthor, ahora asistente de la sastrería y mano derecha de Celia, desempeñándose con gran eficacia en sus nuevas tareas.
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