Prólogo

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La música sonaba en la habitación, aquella melodía lenta pero densa hacía que por el cuerpo de Louis recorriera un escalofrío. Observó como el grisáceo de las paredes y las luz blanquina que regalaba la luna. Tomó asiento en el sillón con tapizado de color verde oscuro. Sentía que le faltaba el aire, decidió respirar profundo y dejar sus músculos relajarse. Sus ojos se dirigieron a la puerta, observando las sombras debajo de estás. El sonido de aquellos pasos lo ponian tenso. Cerró sus manos en un puño sobre el brazo del sillón. La perilla de la puerta comenzo a girar, se abrió. Un hombre de mediana edad, lo miraba desafiente. Él lo conocia muy bien. Brandon, era una de las personas a las que le debía la mayor cantidad de dinero. Se sentó en la gran silla, la cual se encontraba detrás del escritorio, lo único que lo separaba del chico. Una sonrisa maligna se posicionó en sus labios, haciendo que Louis se estremeciera nuevamente. Estaba metido en un verdadero lío.

Brandon era la clase de persona que notiene tolerancia con las deudas, le desagradaban por completo, ya quetenia grados del sentido de responsabilidad en todos sus asuntos, además de puntualidad. El plazo para entregar el pago ya había quedado cuatro días atrás, además no sólo eso le molestaba, sino que también el hecho de que Tomlinson no le había enviado siquiera el más minimo mensaje o llamada en señal de disculpa, parapedir un nuevo plazo o para avisar que ya tenía el monto que debía. Joder, lo habían sacado de sus casillas y estaba furioso, tanto que si llegase a ver a ese tipo lo mataria con sus propias manos. Simple. Aunque la otra cara de la moneda, era que Louis sensillamente había traspasado más dedos que fronteras alejándose del país donde se localizaba el mafioso; que ahora pasaría a ser su enemigo, ya que senscillamente tenía nuevos objetivos para llevar a cabo sus propios deseos con el dinero. Trago saliva y se lo quedo mirando fijamente. La ronca voz de Brandon sonó en la habítación.

-Tomlinson, Tomlinson. ¿Qué voy a hacer contigo? No te he matado, porque me agradas, eres un chico bueno, ¿cierto?- juntó sus manos sobre el escritorio, haciendose para adelante, para poder observar mejor.

Louis se removió en su lugar, no por nervios, mucho menos por miedo, sólo buscaba aquel líquido anestésico. Se puso de pie, dirigiéndose a la cocina; pero por supuesto, manteniendo la misma cara de malos amigos con la que miraba el mundo.

-Dame unos minutos, voy a traer tu puto sustento de vida.

La verdad era otra, Louis quería acabar un ciclo de su vida y comenzar todo otra vez. Pero eso requería cometer el último pecado.

Encontró un paño, éste se encontraba sobre la cocina. Sacó aquel frasco del bolsillo su angosta chaqueta y humedeció el paño con aquel líquido. Se alejó de la estrecha cocina y llego hasta su querido amigo, quién lo esperaba con una amplia sonrisa de satisfacción.

Louis le entregó el fago de billetes, con aire de despreocupación.

-Bien bien bien bien, Tomlinson. Sabía que podía confiar en ti.

-No cantes victoria antes de conocer su verdadero final.

Brandon se vio encerrado en la oscuridad.

Y Louis, comenzó una nueva vida.

Lo que no sabía, es que esa fuese la peor decisión que pudo tomar.


"Punto  y coma." [Larry Stylinson] #ApoyoPersonalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora