Capítulo número uno: Ángel.

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Nota: Quiero aclarar que Louis reside en Francia actualmente, y que él debe intercambiar palabras en aquel idioma con los demás peeero yo lo haré de forma normal, ni más, ni menos.

También queremos darles una cálida bienvenida a ustedes(͡° ͜ʖ ͡°)  yo y una muy querida persona organizamos ésta historia, y de verdad, esperamos que les guste lo que hacemos.

Que viva Larry y el smut.

Cambio y fuera.

-Alien&Vane.

Louis se encontraba apoyado de la barbilla, con ojos entrecerrados por el cansancio. Había pasado una larga tarde y día en aquella tienda de ropa, que generalmente la llenaba gente arrogante con buena situación económica, nada comparado a él, por supuesto. A duras penas había terminado de estudiar en la escuela de enseñanza mayor, y ahora estaba preparándose para entrar a la universidad, dónde habían aceptado su solicitud hacía escasos tres días.

—Joven Louis, puede ir a descansar.— Habló la rasposa voz de su jefe Elton, hablarte y hacerlo respingar de la sorpresa. Él simplemente asintió y se levantó de su asiento. Su jefe lo observó con una mirada se satisfacción y felicidad.

Louis antes de irse observó al señor Elton por la ventana, y se despidió con un movimiento de mano. Ese chico era un muchacho de esos que no se encontraban en todas partes, o eso estaba pensando el tierno anciano.

Al salir de su lugar de trabajo, sintió el aire frío de París rozar su rostro, y sonrió con sinceridad para luego tomar su bicicleta y emprender viaje a su departamento.

Observó el ambiente otoñal en la ciudad del amor, y imborrables recuerdos comenzaron a reproducirse en su mente, como en una película. Mordió con fiereza su labio inferior recordando y presionano el manubrio de aquella bicicleta, furioso por no obtener amnesia. Muchos creerán que el tiempo sana las heridas, y lo hacen, pero los días de mayor neblina y gritos desgarradores, permanecen como una caja fuerte en el centro; en aquel lugar de tu mente más visitado por los pensamientos.

Al ya encontrarse en el loft de su vivienda, levantó su bicicleta y comenzó a subir las escaleras.

Louis se encontraba en una punta de la cama, mirando un punto fijo, sin pensar en él siquiera. Sus pensamientos fueron interrumpidos por un golpe a la puerta, y frunció en ceño molestó por ello. Se puso de pie, bufando un poco y abrió la puerta.

—Querido amigo, qué tal.— los labios del morocho hablaron con despreocupación mientras su mano derecha sostenía aquel letal adicción.

—Hola, perra.— saludó con cariño el castaño de ojos zafiro.

Louis abrió paso para dejar entrar al delgado cuerpo de el chico, quién simplemente echó su cuerpo sobre el sofá.

—¿Vienes aquí para pedirme favores sexuales, eh?— Louis recordó aquellos tiempos en qué acababa de llegar a París, ellos simplemente se veían para cumplir necesidades en la cama o dónde encontrasen la más mínima oportunidad. Pero al fin de todo, se hicieron uña y mugre, simplemente siendo amigos; lo cuál seguramente para ustedes es bastante extraño, pero así eran ellos.

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2015 ⏰

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