Al fin llegó el sábado, hoy más que en ningún día estaba que me subía por las paredes y me sentía incapaz de pararme quieta por culpa de los nervios. El viernes quedé con Sandra y con Ryan y me miraban raro, notaban que me pasaba algo, incluso me preguntaron haber si todo estaba bien con aire de sospecha. Por ello puse alguna excusa y actué fría como hacía normalmente, aún así tenía que disimular mejor y controlar más esta inquietud que se me metía en el cuerpo.
Todavía era bastante pronto, no eran ni las 10:00 a.m. y ahí me encontraba yo en mi habitación todavía sin estar segura de que ponerme. No es que hubiese dormido mucho en los anteriores días, pero lo bueno es que eso a mí ni me afectaba, sobretodo en el aspecto así que ni tan mal.
-¡Dios! ¡¿Qué puedo ponermee!? -grité ya estresada mirando los bañadores.
Empecé a buscar en el armario hasta que abrí un cajón y encontré un bikini que me regalaron hace tiempo. Era muy bonito, era entero de la bandera americana tanto en la parte inferior como en la superior, pero con la diferencia de que en esta última parte tenía arriba del todo una decoración de tela azul que lo recubría sólo un poco de lado a lado en horizontal, haciendo pequeñas eses o doblajes. Ese bañador me gustaba mucho y me alegré de haberlo encontrado así que lo elegí para llevarlo. Con esto decidido cogí mi toalla morada la cual tenía una especie de copos de nieve blancos en el dibujo y la metí en mi mochila de Quiksilver. No es que tuviera una mochila específica para llevar a la playa así que sí, llevaba la de clase.
Ya eran las 10:50 a.m y ya había acabado de preparar la "bolsa de la playa" y de ordenar mi cuarto después de ponerlo patas arriba buscando la protección solar, la toalla, sacando los bañadores, la ropa que me iba a poner ect. Mis hermanos aún no se habían despertado así que bajé silenciosamente a la cocina a comer algo (raro en mí). Tenía que decirle a Mark que iba ir a la playa con "Sandra",
se me olvidaba, yo y mi manía de dejar las cosas para última hora, en fin.
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Eran las 11:40 a.m yo me encontraba sentada en el sofá viendo la tele como autómata cambiando una y otra vez de canal ya que no había nada interesante hasta que la capulla de mi hermana me asustó por detrás.
-¡¡BUUUH!!
-¡Dios Sophie que susto!
Ella comenzó a reír por mi reacción, me gustaba ver que se reía y que era feliz.
-Mira que eres silenciosa cuando quieres eee capulla, anda, buenos díaas -dije finalmente abrazándola y revolviéndole el pelo.
Al mismo tiempo Mark bajó por las escaleras todavía medio dormido con su gran pijama. Hace unos años solía ponerme sus camisetas y como se me hacían grandes me quedaban tipo vestido sin llevar nada más, mas que la ropa interior puesta.
-Buenos días... -dijo bostezando.
-Buenos días -le respondí medio riéndome por la manera en la que lo había dicho.
-No te rías que estoy medio sopa.
-No, si ya se ve.
-Vaaa. ¿Qué tal todo? ¿Ayer bien con Sandra y Ryan?
-Sí cotilla, estuvimos haciendo el tonto por el parque y así.
-Bien, bien.
-Ah por cierto, se me olvidó decirte, hoy voy a salir otra vez pero en esta ocasión vamos a ir a la playa toda la tarde ya que hoy hace muy bueno.
-Umm... ¿Y sólo vas con Sandra?
-Bueno no, Ryan también irá -respondí empezado a alargar la mentira...
-Ahh, ¿Y cómo pensáis a ir?
-La playa no es que esté muy lejos así que pensamos ir en autobús- dije inventándome la excusa para no coger el coche
-..De acuerdo, pero ten cuidado y no vuelvas muy tarde.
-Vale, ¡Gracias! -dije al fin, en el fondo aliviada pensando por un momento que diría que no podía ir o algo, entonces verías la que se montaba.
Miré el reloj y decidí subir arriba para hacer algunos deberes mientras los dos pesados desayunaban, también cogí el móvil y le escribí a Darren
Todo marcha según lo previsto XP
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Eran las 4:00 p.m 'ya falta poco, ya falta poco...' esas eran las palabras que me resonaban en mi cabeza constantemente, ya había comido y antes de prepararme decidí ducharme y arreglarme un poco el cabello, aunque sería un poco para nada ya que luego nos meteríamos al agua pero bueno. Llevaba puesta una camiseta de rayas horizontales negras y blancas, unos shorts negros con el bañador debajo de todo esto y unas zapatillas del mismo color que la camiseta.
Tras esperar 20 minutos pensando, intentando calmarme y dando vueltas de un lado a otro recogí mi mochila y me dirigí a la puerta, pero justo antes de abrirla apareció Mark
-Hey Scar ¿Ya te vas? Si quieres puedo acompañarte hasta la parada, no tengo ningún problema -dijo de repente.
-Ah, Mark... No tranquilo, no hace falta ya voy yo sola.
-¿Por? Sólo quiero acompañarte -insistió.
-Pero prefiero ir sola ¿vale?-le dije improvisando
-¿Ya te da vergüenza ir conmigo o qué?
-No. A ver, ya no soy una maldita cría de 3 años, no me voy a morir por recorrer un par de metros sin compañía y si te digo que prefiero ir sola no insistas y no seas pesado, entiéndelo, y si tanto te preocupan tus hermanas preocúpate también por Sophie, te recuerdo que ella también existe y que si me acompañases la dejarías sola en casa. -contesté ya enfada para que pillara el mensaje de una vez y entendiera que quería ir sin nadie mas que mi propia sombra.
-Okey, vale, vete
-Gracias -dije abriendo y cerrando la puerta detrás de mí.
Al salir respiré hondo después de por fin superar todos los obstáculos. Me pasé un poco con lo último que le dije a Mark pero no tenía otra opción y no quería arriesgarme. Si no me hubiera puesto de aquélla manera lo más probable es que todo se hubiese fastidiado.
4:31 p.m. 'Joder, ya me he entretenido por culpa de mi hermano, al final siempre tengo que llegar tarde' -dije para mis adentros.- Empecé a bajar la cuesta que había un poco más a la derecha de mi casa y al fondo de ella vi a Darren subido en su Kawasaki esperando en el sitio donde acordamos. Aligeré el paso y al acercarme un poco más a él, pude apreciar aquélla gran sonrisa dibujada en sus labios, lo cual me hizo sentir muy feliz y que yo también sonriera porque sabía que yo era la razón por la que realmente lo hacía...
(Continuación en el siguiente capítulo)
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Lo que nuestro amor se llevó
Novela JuvenilScarlet Smith es una chica de 15 años algo especial por ser diferente a todas las demás, ya de por si por tener esos verdes ojos que te atrapan con una sola mirada y ese cabello de color rojo escarlata por el cual va dedicado su nombre, pero no solo...