--Venga, Juanjo, no es tan difícil elegir un regalo de amigo invisible-- se quejó Denna mientras observaba como su amigo recorría cada pasillo de cada tienda en la que entraban.
En su grupo de amigos habían decidido hacer un amigo invisible y después de repartir los papelitos con los nombres, Juanjo vio que le había tocado Martin, su mejor amigo y la persona que le gustaba desde Dios sabía cuándo.
Fulminó con la mirada a su amiga, que lo juzgaba con la mirada con su bolsa de regalo entre las manos, a ella le había sido más fácil encontrar el regalo, pero Juanjo llevaba desde que habían entrado en el centro comercial buscando como loco algo que le pudiera gustar a su mejor amigo, porque, aunque encontraba varias opciones que le podrían gustar, nada le parecía perfecto para él.
Salieron de la tienda en la que estaban y se metieron en la pequeña librería que había en el centro comercial, y mientras Juanjo buscaba por toda la tienda, Denna intentaba ayudarlo proponiéndole libros que encontraba. Estuvieron casi una hora dentro de la tienda y antes de rendirse, apareció el libro perfecto, un libro que Martin llevaba meses buscando pero que no había podido encontrar. Lo cogió y se acercó rápido a la caja a pagar.
Los dos amigos salieron del centro comercial con una gran sonrisa, cada uno con su regalo para su amigo invisible. Llegaron a la casa del maño y envolvieron allí los regalos, porque habían pactado con sus amigos que pondrían una pequeña adivinanza para que la persona que les hubiera tocado adivinara quién le había hecho el regalo.
--Pero es que, yo no sé qué cojones ponerle-- musitó Juanjo estresado mientras golpeaba con el boli en la mesa.
--Que te vuelve loco, seguro que así adivina que eres tú-- bromeó mientras escribía la adivinanza concentrada, a ella le había tocado Chiara.
--Ja Ja, muy graciosa-- puso los ojos en blanco mientras seguía dándole golpecitos a la mesa con el boli.
--Venga, es tu mejor amigo, algo se te ocurrirá-- dijo la chica mientras doblaba la adivinanza y la pegaba en el regalo antes de poner el nombre de su amiga.
Juanjo soltó un suspiro antes de pegar su frente a la mesa frustrado, era incapaz de encontrar alguna forma de hacer una adivinanza para que su amigo supiera que era él. Intentó escribir algo, pero lo tachó al segundo, no muy convencido y volvió a escribir. Después de varios intentos fallidos, la inspiración vino de golpe y cuando acabó de escribirla, su amiga cogió el papel para leerlo.
--Jope, Juanjo, que bonito-- musitó poniendo un puchero antes de devolverle la nota.
--¿Le gustará?-- preguntó pegándola al regalo para después poner el nombre de su mejor amigo.
--Juanjo, amor, le va a encantar-- se levantó de la silla para darle un beso fuerte en la mejilla a su amigo.
El día en el que iban a darse los regalos del amigo invisible llegó, para el resto bastante rápido, pero para Juanjo la espera se hizo eterna. Cuando él y Denna llegaron al edificio donde estaba el piso que su mejor amigo compartía con Chiara, que era donde se iba a hacer el amigo invisible, y llamaron al timbre para que sus amigos les abrieran. Cuando estuvieron dentro del edificio, subieron a la planta donde estaba el piso de sus amigos y después de un ratito en el ascensor, llegaron al piso.
Rápidamente, Martin corrió hacia su mejor amigo lanzándose a abrazarlo con fuerza, Juanjo sonrió envolviendo la cintura del chico entre sus brazos antes de dejar un pequeño beso en su cabeza.
--Hola-- musitó al notar que su mejor amigo no se separaba.
--Hola, Juanji-- respondió con una sonrisita separándose levemente para mirar a su mejor amigo.
Ninguno de los dos se había dado cuenta de que sus dos amigas ya habían pasado al salón para esperar al resto de sus amigos que tenían que llegar aún. Juanjo sonrió antes de darle un besito en la mejilla a su mejor amigo para después ir con él hacia el salón.
--Antes de entrar, ves a la cocina y deja tu regalo en la bolsa que hay encima de la mesa-- dijo el menor con una sonrisa.
Juanjo le hizo caso, dejando el regalo nervioso dentro de la bolsa para después ir al salón con sus amigos. Al entrar en el salón, se sentó al lado de su mejor amigo y este sonrió antes de rodear los hombros de su mejor amigo con su brazo. Llevaban casi tres semanas sin verse por el trabajo y aunque hablaban todos los días, se echaban mucho de menos.
--Estás muy guapo con el pelo así-- comentó el mayor acariciando el pelo del menor, que sonreía.
--Jo, gracias, Juanji-- puso un pequeño puchero antes de dejar un besito en la mejilla de su amigo.
De repente el timbre del telefonillo sonó y Martin se levantó a abrir la puerta. Durante el poco tiempo que Martin tardó en abrir la puerta, Juanjo miró a sus amigas, que sonreían con picardía, no le hizo falta preguntar qué les pasaba, lo sabía de sobra. Entonces entraron Martin y Alex en el salón mientras Ruslana acababa de dejar su regalo en la cocina.
Alex se acercó rápidamente a abrazar a sus amigos y se sentó al lado de la rubia. Martin volvió a su sitio al lado y volvió a rodear los hombros del mayor con su brazo después de decirle a su amiga que la próxima vez le tocaría a ella. Estuvieron esperando un rato hasta que Violeta llamó al timbre y como era la última amiga que tenía que llegar, Chiara la acompañó a la cocina para que dejara su regalo en la bolsa para después llevarla al salón para empezar a abrirlos.
El primero en sacar fue Alex, que adivinó en seguida que quien le había hecho el regalo fue Ruslana, luego abrió Ruslana, que le había tocado a Violeta, siguieron así hasta que le tocó a Martin, quien abrió el regalo dejando la adivinanza a un lado para leerla después. Soltó un pequeño chillido al ver el libro y miró a sus amigos con una sonrisa ilusionada antes de abrir la adivinanza.
"Llevamos mucho tiempo compartiendo vida, recuerdos y momentos inigualables. Eres la persona más importante que ha llegado a mi vida y también el amor de mi vida, nutria tonta"
Cuando acabó de leerla miró al maño con los ojos llenos de lágrimas de felicidad antes de lanzarse sobre él para darle un beso en los labios, que sus amigos recibieron con vítores y algún que otro "por fin". Al separarse, Juanjo acarició la mejilla de Martin para borrar los rastros que las lágrimas habían dejado en su piel.
--Te quiero-- susurró antes de darle otro beso.
--Venga, Juanjo, abre tu regalo-- dijo Chiara con una sonrisa.
El chico lo abrió con cuidado al quitar la adivinanza y sonrió al ver la sudadera que llevaba tiempo queriendo, cuando leyó la adivinanza se dio cuenta de que fue la misma morena quien le había hecho el regalo y sonrió al acercarse a abrazarla con fuerza.
Después de que todos abrieran sus regalos, prepararon chocolate caliente y se sentaron en los sofás del salón para poder ver una peli todos juntos. Mientras la veían, la gran mayoría de sus amigos se fueron quedando dormidos dejando despiertos a los dos chicos, que se miraron con una sonrisa antes de juntar sus labios con delicadeza.
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Hasta aquí el OS, espero que os haya gustado <33
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