Capítulo 3

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Después de tanta duda que tuve ayer sobre si contarles o no también se veía implicada mi indecisión sobre si en verdad me arriesgaría tanto a trabajar ahí, lo iba a hacer, pero el valor se alejaba de mi cuando iba a alistarme para ir a hablar con el dueño del billar, siempre había un puesto vacante en ese lugar como mesera y cuando era ocupado a lo mucho duraba un mes... Tenía miedo, es verdad, pero tengo que sacar adelante a Sofi, a mi papá y a mi misma, quiero seguir estudiando, de verdad necesito seguir estudiando...

Listo. Llevo un vestido rojo pegado a mi cuerpo, no es provocativo pues no es corto y no es por presumir pero... Tengo un culo de mil infiernos.

No daré detalles de lo mucho que se me quedaron viendo y como unos cuantos tipos me invitaron bebidas que incluso ya habían pedido por lo cual yo nisiquiera iba para ir a tomar y ni sabía con que clase de sustancia la habrían modificado para su conveniencia. Tampoco daré detalles de los muchos "halagos" vulgares de cada vez que pasaba a lado de ellos. Pedí hablar con el dueño. Me repugna recordar lo mucho que no me miraba a los ojos y cuánto se lamía los labios, me dio el trabajo, con un poco de chantaje y el trato de tomar una copa junto a él, accedió a que mi turno empezara a las 6pm y terminara a las 12am.

Salí del lugar asqueada por el ambiente ahí dentro, tendría que soportarlo diario así más vale me acostumbrara. Una camioneta negra estaba estacionada frente del otro lado de la calle, no me hubiese dado tanta desconfianza si la mujer que podía apreciar con una chaqueta negra y piel pálida me estuviese mirando como un lobo mira a su presa. Se me hacía bastante difícil poder apreciar su rostro ya que de por si no podía ver muy bien de lejos, era de noche y el coche no tenía las luces encendidas, me entró pánico así que comencé a caminar muy rápido, mi casa quedaba a 3 cuadras que se me harían jodidamente largas...

El carro encendió sus luces.

Vi las luces aproximarse tan lentamente que dudé se estuviera moviendo si no fuera por el simple hecho de que por más que avanzara seguíamos teniendo la misma distancia. Y si, el carro no era una carcacha como para generar ruido excesivo.

Eché a correr.



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Hola Espero la historia les esté pareciendo interesante... Lamento que vaya tan lenta ahora pero les aseguro que les tengo una sorpresita...

Si les está gustando no olviden dejarme sus votos y sugerencias!!

Gracias por su tiempo❤

Alaska

(En realidad me llamo Karen y mis amigos me dicen Gato pero Alaska es el nick que utilizaré para cuando comience a subir vídeos en YouTube)

Síndrome de estocolmo (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora