Capítulo 5

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Esa noche conocí al nuevo Hades de mi infierno.

Entre todos mis demonios, iba a estar ella...

Lo supe desde el momento en el que vi esa sonrisa debajo de esas gafas oscuras...

Sus labios rojos...

Sentí sus labios manchando los míos de ese rojo carmín...

¿Qué demonios?

Camila: ¡MIERDA! AAHHH --Grité increíblemente alto pues me acababan de golpear en el estómago muy fuerte

X: Despierta, animal

¿Una mujer? Su voz era rasposa y sexy...

Aún tenía la venda sobre mis ojos puesto que no veía nada pero podía sentir la luz del sol bañandome, estaba... ¿atada? De pies y manos

Mierda, ¿soñé que mi secuestradora me había besado?

Volvieron a patear mi estómago pero esta vez con aún más fuerza...

XX: Amor... ¿estás segura que aún sigue viva?

X: Por supuesto cariño, sigue respirando, es solo que debe ser que aún no se le haya pasado el efecto de la droga...

Una voz rasposa y otra voz clara, bien.

Eran 2 mujeres que si mi intuición no me falla, eran pareja ¿cuál era la voz de mi gótica secuestradora?

De lo que recuerdo de ella, no logré bien definir sus facciones pero apuesto a que es endemoniada mente atractiva...

Camila: ¿Quiénes son?

X: Eso a ti no te interesa, animal.

Camila: ¡No le hagan nada a Sofia! --Podía soportar que me hicieran lo que quisiesen, de hecho si no fuera por Sofi ni me interesaría seguir con vida... Pero tenía que protegerla... Dios...

X: Por el momento no le haremos nada, claro, si es que tu papá no nos paga lo que nos debe, tanto como a ti, como a mi nos conviene, tu familia sigue viva y yo recibo mi paga...

Camila: ¿Cuánto les debe?

X: No sé, no me brindaron esa información...

Camila: ¡¿Entonces que hago aquí?! --Había comenzado a llorar y a entrar en pánico, ¿por qué mierda los problemas de papá nos perseguían siempre?

X: Mmm... Eres algo así como, para mi, mi comida, mi paga, gracias a esto es que como

XX: Amor, tengo que irme... Me acaba de llegar un mensaje de otro...

X: Shh... --La interrumpió-- Vale, nos vemos...

XX: No creo que nos veamos ya hoy

X: Bien, adiós... Te quiero.

XX: Y yo a ti corazón.

Lo secuestradora se le nota hasta con su pareja, era un tanto fría...

¿Qué historia tendría mi secuestradora? Vaya, yo ni sabía si ella era la chica pálida.

La otra chica se fue, lo supe por el portazo que dió.

X: Soy Lauren Jauregui.

¿Me dijo su nombre?

Lauren...

Suena como mi próximo fruto prohibido...







Síndrome de estocolmo (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora