Síndrome de estocolmo (CAMREN)

Capítulo 6

Lauren: ¿Estás bien? ¿quieres que te quite la venda?

Al parecer me había perdido en mis propios pensamientos...

Camila: Lauren...

Lauren: Si... ¿enserio estás bien?

Claro, estoy muy bien y contenta de la vida aquí secuestrada.

Camila: ¿Por qué me dices tu nombre hasta ahora?

Lauren: Ehh... Bien, pues.. Verás, no quería que ella estuviera aquí.

Camila: ¿Tu novia?

Lauren: Si... Ella... Ella se ha portado bien conmigo pero.. No lo sé, es solo que no me gusta trabajar enfrente de ella, ella me ayudó a secuestrarte pero solo maneja la camioneta cuando los capturo

Camila: Oh... ¿y por qué? --Realmente era extraño, creo...

Lauren: Solo... Me conviene que crea que soy una "chica ruda" así no tengo que comportarme con ella de la manera en que ella quiere.

Camila: ¿No la amas?

Lauren: Ya no quiero amar a nadie, amar duele...

Camila: Te rompieron el corazón...

Lauren: No, nunca he estado enamorada realmente, lidio con problemas de mayor importancia.

Camila: Ya veo... Como secuestrar a personas, claro, secuestrar a personas siempre será más importante que amar a alguien

Lauren: Se que me odias pero...

Camila: No, Lauren, yo no odio a nadie más que mi vida.

Lauren: Camz...

¿Qué?

Camila: ¿Puedes... Quitarme la venda? Es incómodo, no se que haces, puedes desde estar haciendo pipí en una basinica hasta estarte masturbando

Ella rió

Era la primera vez que la oía reír, era la melodía más hermosa que había escuchado...

Tan ronca y tierna a la vez, lo mejor de todo es que se oía sincera

No era como Dinah que se me quedaba viendo con cara de que estaba loca o Ally que se reía un poco solo para no hacerme sentir mal... A Lauren de verdad le daba gracia lo que yo decía

Lauren: Creeme que si me estuviera masturbando haría mucho ruido

Entonces se acercó y empezó a desamarrarme la venda, olía tan bien... Olía a... ¿colonia de bebé?

Entonces pude verla, ¿era una secuestradora o un ángel?

Ojos verdes... Que quemaban...

Cabello un poco ondulado y otro poco lacio color castaño oscuro, nariz perfilada, un piercing en ella, cejas gruesas, labios rojos, ropa negra...

Ahí estaba, mi chica pálida, mi secuestradora

Y volvió a sonreír como la primera vez, en ese momento se desató un incendio dentro de mi

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