Capitulo 3

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Tomé mi tiempo para acomodar mis cosas en el escritorio.

Estaba sola con el chico Matthews, programador de los robots AX58 masculinos. Podría ser una amenaza para mi; algo loco de creer viendo su comportamiento, sin embargo, hay casos donde la "víctima" es mas bien el asesino. Si no hubiese sido por los androides masculinos no conociéramos ese tipo de estrategias.

Él se hallaba completamente en silencio. No me presionó para iniciar con el proyecto, y si lo conociera mejor -aunque ni le he preguntado su nombre- pensaría que odiaba estar aquí tanto como yo.

¿Buscaría una manera de detener esto? Si, ¿tendría oportunidad de escapar? Puede que no, ¿me capturarían si lo hiciera? Obvio. No hacia falta preguntarme si era necesario huir, no valdría la pena. Necesitaba un plan.

Después de dejarme aquí la directora nos dejó solos para iniciar el programa de transferencia, luego diseñar al androide y finalmente crearlo. Si, se oye muy fácil, pero es más complicado de lo que originalmente es. El androide AX59 tipo A tenía mentalidades y características más complejas, tardaría aproximadamente dos días en recopilar toda la información.

El chico carraspeó, haciéndome levantar mi vista de la computadora. "Hola, siento no haberme presentado. Soy Seth."

No se molestó en pararse de su escritorio así que por consecuencia yo no lo haría. No era de mí ser descortés, sin embargo, por la situación presente mis ánimos no estaban del todo altos.

"Soy Amely y ¿No se supone que no podemos dialogar? Esta prohibido convivir con otros..."

"Trabajadores, lo sé, más que nadie" pasó sus dedos por la frente, frustrado. "La directora permitió hablar entre nosotros. Ya sabes, porque solo podemos conversar sobre trabajos relacionados a los robots."

Oh, se me había olvidado.

"Si, entiendo."

Evité continuar, no sabía con seguridad si habían implantado micrófonos con camuflaje o cámaras del mismo tipo. Estas personas son capaces de hacerlo, todo por saber si alguien a quebrantado una de las leyes humanas.

"No estoy aquí por mi propia cuenta." Alcé la mirada de mi laptop con sorpresa. Seth estaba concentrado en la suya como si no hubiese dicho nada. Esa información me tomó desprevenida. Recordé las palabras de la directora: este empleado se ofreció amablemente a participar en el proyecto.

Ahora sabia con exactitud que emplearan la mentira si era necesario.

Dios, era otra razón muy clara para no seguir con esto, pero ¿qué podía hacer? Las puertas probablemente estén selladas para evitar la entrada o salida del personal, aún si lograra escapar, no estaría cien por ciento segura de Seth queriendo ayudar. Hasta puedo imaginármelo hablando con la directora y el supervisor. Sin mostrar ninguna oposición.

¿Valía el intento? No podría decirlo con exactitud. Cerré mi laptop lentamente. Estaba algo insegura, el presentimiento de ser observada incrementaba con el paso de mis movimientos. Quería hacerle la pregunta a Seth, pero por alguna razón, mi voz no salió. Con el corazón latiendo rápidamente, tomé una de mis libretas que logré recoger antes de venir y lo abrí, fingiendo estar buscando algo de información. Si me estaban viendo, por lo menos esperaba engañarlos lo suficiente.

Lentamente miré al chico de en frente. Por más tímido que pareciera, no iba a hacer esto sola. Él podía ayudarme.

"Seth." En menos de un segundo tenia sus ojos puestos en mí. Era ahora o nunca. "¿De verdad quieres hacer esto?"

Dejó de escribir y esta vez se tomo en serio mi llamada. Dudó antes de contestarme, parecía tener una lucha interna por decidir si responder si o no. Al final, dijo la respuesta que esperaba. "Siendo sincero, no."

Solté el aire atascado en mis pulmones. "No tenemos que hacerlo." Negó con la cabeza.

"Sé a donde irá esta conversación y antes de que digas cualquier cosa, no deseo unirme ¿Tienes consciente las consecuencias si nos descubren? No respondas a eso si lo sabes."

"¿Y tú? ¿Tienes consciente las consecuencias si logran cumplir su propósito? Responde a eso si lo sabes, amigo." Mi tono había sido algo brusco, pero no era mi culpa. Si este chico me lo hubiese puesto más fácil, no tendríamos que pasar por esa faceta.

Estaba preparada para decir algo más pero sonó un pip largo, abriéndose la puerta frente a nosotros. La directora entró con elegancia por la habitación. Una sonrisa de satisfacción cruzaba por sus labios y era sencillo saber la razón.

Ella se detuvo delante de mí escritorio. "Necesito que uno de ustedes me acompañe para que observen algo acerca del proyecto. Si vienen ambos sería mucho mejor."

No lo dudé dos veces y me paré de mi silla. Seth se sobresaltó al igual que la directora. Quizás piensen que no iba a cooperar después de mi intento para convencerlos pero si esta era mi oportunidad de escapar, no lo desperdiciaría. Aunque también me ronda por la cabeza qué voy a hacer cuando logre hacerlo (si es que no me capturan en el intento).

Eso no era importante ahora.

"Señorita Genner, me alegra que desee participar. Señor Matthews ¿nos acompaña?"

Mi mirada decía podemos escapar, ven. No aseguraba ese futuro, más podía pasar si nos esforzábamos trabajando en equipo, aún sin conocernos del todo ambos lograríamos huir. No quería dejarlo solo ya que seria egoísta de mi parte, pero dependía de él si me apoyaba o no. Su respuesta fue la esperada, también decepcionante. Negó con la cabeza.

No dejé que eso me afectara, porque no debía. Alcé la barbilla como resultado. Antes de que Seth desviara su mirada, vi un destello de arrepentimiento, no obstante, él ya no podía hacer nada. Ya dio su respuesta

Miré a la directora, que al parecer, no le importaba si venia. "De acuerdo, vamos."

Regresar a la sala de creaciones de robots me hizo sentir como entrar a casa en Noche Buena por primera vez, aunque eso ya no sucede, claro está. La directora me dejó en su despacho mientras organizaba ese algo. No podía evitar estar nerviosa ¿qué me iba a mostrar? ¿Por qué no le importó la ausencia de Seth? ¿Era así de fuerte lo que preparaba para solo querer a uno de nosotros?

Suspiré. Aparte de esta horrible situación, puedo sentir algo malo venir. Tan malo que hasta nosotros los humanos terminaremos perdiendo, y todo nuestro esfuerzo de salvar nuestra especie se irá a la basura.

El sonido de la puesta me sobresaltó. Giré lentamente hasta encontrarme con la directora parada frente a mi con una sonrisa calculadora. Mi corazón latió desesperadamente cuando bajé la mirada a su mano.

Tenia un Renux. Una maquina eléctrica especial para torturas.

Leyes de la Era Robótica © (Desafío Sci-Fi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora