¡Yo quiero que seas feliz! Gumball Watterson x fem!reader

13- El Enigma

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POV ________:

Sábado, un día perfecto para absolutamente nada. Nada de estrés, nada de obligaciones, solo la dulce y reconfortante nada. Y, sinceramente, lo estaba disfrutando... hasta cierto punto.

Me encontraba recostada en el sofá de mi casa, mirando al techo mientras los rayos del sol se colaban por las cortinas. Afuera, los pájaros cantaban, el viento soplaba suavemente, y todo era paz. Pero, si soy honesta, esta tranquilidad también traía consigo algo de aburrimiento.

¿Por qué? Bueno, porque no tenía compañía. Los Watterson, con quienes suelo pasar la mayor parte de mis días, habían decidido hacer una "excursión familiar" al doctor. Todo porque Anais había desarrollado un curioso tic: abofetearse a sí misma cada vez que alguien en su familia decía o hacía una estupidez.

Y considerando que hablamos de los Watterson... eso significaba muchas bofetadas.

Suspiré, girándome en el sofá mientras trataba de encontrar algo que hacer. Mi teléfono estaba en la mesa, pero ya había revisado todas las redes sociales, jugado todos mis juegos, y agotado cualquier rastro de entretenimiento digital. Incluso intenté leer un libro, pero no podía concentrarme.

-"¿Qué estará pasando en la consulta?"-, murmuré para mí misma, imaginándome a Anais perdiendo la paciencia mientras Nicole trataba de explicar la situación al médico, Richard comía algo inapropiado en la sala de espera, y Darwin y Gumball hacían alguna broma que seguramente terminaría en desastre.

-"Probablemente todo un espectáculo..."-, añadí, sonriendo ligeramente ante la idea.

El silencio volvió a invadir la sala, y me di cuenta de que este día, que había comenzado como una oportunidad para relajarme, estaba empezando a sentirse demasiado largo.

-"Quizás debería salir a dar un paseo..."-, pensé en voz alta, aunque la idea de levantarme y cambiarme del pijama me parecía un esfuerzo monumental. Así que me quedé ahí, abrazando la pereza, pero secretamente deseando que algo emocionante interrumpiera este monótono sábado.

-"¡Espera! Quizás sea el momento perfecto para averiguar qué está pasando con todas estas..."-, mis palabras se desvanecieron mientras miraba mis manos, notando, por milésima vez, esas diminutas chispas de estática que aparecían ocasionalmente. Si alguien las miraba de cerca, podría pensar que me estaba frotando globos constantemente. Pero yo sabía que esto era otra cosa, algo que no tenía explicación.

-"...cosas."-, murmuré con un suspiro, cerrando mis manos en un intento de ignorarlo. Pero no podía. Era hora de buscar respuestas.

Tomé mi teléfono del sofá y abrí el navegador con determinación. En el buscador, tecleé: "¿Qué significa tener estática en el cuerpo?"

Presioné "buscar" y esperé unos segundos. La primera respuesta era... un anuncio.

-"¿Reparadores de televisores?"-, leí en voz alta, levantando una ceja. ¿Qué tiene que ver mi problema con un televisor roto? Pasé los siguientes minutos buscando más resultados, pero ninguno tenía algo útil.