We're just stepbrothers; Sunghoon [Proceso]

《6》The discussion

La discusión

Era Park Sunghoon, no podía creer lo que estaba pasando.
En ese instante la luz de mi hogar se encendió, dejando a la vista a mi madre. Quien se acercaba con cautela a donde nos encontrabamos.

-Mamá, quiero una explicación ahora. - reclamé alterada apartandome de Park. Quién portaba una sonrisa arrogante en su rostro.
Mi madre se veía asustada al principio pero después su semblante se relajó soltando un suspiro aliviado. Como si se hubiera sacado un peso de encima.

-Quiero presentarte a Park Sunghoon.- aclaró caminando hasta al lado del chico, el cuál tenía  un aura de grandeza- Tú hermanastro- habló con total tranquilidad. Realmente esto no me lo esperaba, pensé.

-¿¡Qué!?- pregunté con asombro a tal confesión.

-Él, es el hijo de mi prometido, el señor Park. - recitó- De ahora en más, vivirá y compartirá una mesa con nosotros. - habló con una voz neutra.

No lo podía creer. Mi madre no me platicaba nada de lo que ocurría. De un día para otro apareció con una familia completa, ¿Será que no confía en mi?¿Se habrá preguntado a si misma, si yo estaba conforme con aquella decisión?  ¿Ya no soy su prioridad?

-¿Qué mierda, Mamá?- la miré incredula- ¿Porqué los trajiste sin comentarme nada? ¿Tú crees que estoy conforme con lo que acabas de hacer? ¿Realmente estás bien de la cabeza?- cuestiono, mientras sentía un peso en mi corazón.

Mi intención no es atacarla pero sus acciones provocaron una decepción en mi interior. No quería vivir con ellos, apenas los conocía. Mi alma se sentía desanimada, sin ganas de nada, quería escapar lo más antes posible de mi hogar.
De repente mis sentimos fueron interrumpidos por un ardor en mi mejilla derecha. Mi madre me había agredido.
Lleve mi mano a mi cachete y pude sentir el calor que producía este. Las lágrimas no tardaron en llegar, creado así, dos grandes cascadas de llanto. Miraba a mi progenitora con una gran desilusión por lo que hizo. Nunca me había golpeado, pensé. 
A su lado estaba el pelinegro, y su rostro demostraba varias emociones; sorpresa, superioridad y algo pena hacia mi persona.

-Niña insolente.- me reclamó- No te crié así, naciste para respetar a tus mayores.- me comentó con un poco de furia en su voz. Esa no era mí mamá.

-Eres la peor madre- le declaré.

En ese momento puede escuchar el claxon de un vehículo. Era Jake, pensé. 
Reaccioné rápido y salí de mi hogar, para llegar al auto de mi novio. Luego de subirme a este, lo miré fijamente al piloto y hablé apresuradamente.

-¡Corre! ¡Ahora!- comenté, pero mi pareja no reaccionaba.

-AMELIA.- exclamó mi madre- NO TE VAYAS- volvió a gritar, pero no le dí importancia.

-¡Acelera! ¡YA!- levante un poco la voz.

Shim había subido la velocidad del carro sin ninguna duda.
Todo ocurrió muy rápido. Ahora estamos paseando por las calles de la ciudad; yo observaba por la ventana el clima frío, había pronóstico de nieve.
No quería articular ni una palabra, todavía está procesando lo que ocurrió. Mi madre actuaba muy extraño, no era ella.

-Amor.- me llamó- ¿Quieres contarme que paso allá en tu casa?- habló con serenidad, evitando hacerme sentir incomoda con sus palabras.

-Mi mamá se volverá a casar- conté sin muchas ganas.

-¿Qué? ¿Así de repente?- él también se encontraba con dudas, al igual que yo.

-No...-hize una pausa-...llevan más de cinco meses juntos, solo que mi mamá no me comentó nada de su relación- mi voz cada vez se hacía más inaudible. De repente volví a llorar.

-Amor...tranquila- frenó el auto mientras me acercaba a él, para así poder abrazarlo.

-¿Soy una mala hija?- pregunté entre mis llantos- ¿Será que no me dijo nada porque no confía en mi?- volví a interrogar.

-Princesa, mírame. - agarró mis mejillas para luego levantar mi rostro, creando un contacto visual entre ambos- Tú madre no te lo comentó por alguna razón. Debes de ir a charlar con ella, y arreglar las cosas entre ustedes dos.- finalizó dándome un beso en la punta de la nariz- Siempre serás la mejor hija que tuvo, te lo garantizo- habló con total tranquilidad.

Terminó de hablar, segundos más tarde, encendió el motor del autos para llegar a su casa. Sus palabras me había relajado,  realmente elegí al hombre correcto en mi vida.
Mañana me voy a proponer como meta, arreglar las cosas con mi progenitora. Me sentía bastante mal por la situación, pero las cosas se arreglan hablando.
No voy a tirar a la basura, nuestra relación madre e hija, por una simple discusión. Todo se iba a arreglar, pensé.

Pero lo que ella no sabía, es que su madre ya no  se encontraba en el país.