Los días me pesan, el vacío interior es más de lo que puedo aguantar, los segundos son horas, las horas días y los días meses, ya no quiero soñar ni mirar al cielo con una tonta esperanza de encontrar ese algo que me falta, tal vez me equivoqué y ese algo no está en nadie, ni en nada, quizá estoy destinada a esta realidad. Donde la noche invade a tal punto que el día no se diferencia con ella, ¿Porqué no encuentro la felicidad infinita de la que me has hablado?, No se que sentir cuando ya no tengo esperanza en lo que creí amar, ya no eres lo mínimo que significaste antes, me duele admitirlo, pero poco a poco este sentimiento corre riesgo de esfumarse.
¡Ven! Atrápame porfavor...
Tu calor ya no llega, tu corazón ya no late al ritmo del mio, ¿Qué nos ha pasado?, Nos aceleramos demasiado... Sí, quizá eso pasó, me cuesta escribirlo, me cuesta pensarlo, me transtorna decirlo... pero es la cruda y sincera agonía de este corazón profugo de un amor, ya no quiere estar en el, ya está agotado, agotado de sonreír sin razón, sin sentido...
¡TE AMO!, me he gritado mentalmente aunque sé que no me escuchas, que cruda agonía mental la que me agobia, he soñado con su ausencia y aunque sea duro para ambos... ya no me duele... has perdido la importancia que te dí, por dejárlo todo a mi parecer y a mi responsabilidad, la carga es mucha, ¿Porqué me torturas?, Ya no más... ya no vivo por ti; me has perdido, ya no quiero escribirte ni una sílaba más, no vales la pena, ¿Porqué?; es muy repentino ¿No es así?, pero así lo decidí yo, antes de que todo sea más díficil y me duela más, perdón por esto, pero me siento incapaz de soñar de tu mano, siento que estar contigo corta mis alas, Adiós...
Ya no busques mi presencia, que así como la tuya... ya no se siente.