|| One Shots || Capitan Tsubasa

taro misaki x isabella

Taro y Isabella habían sido inseparables desde que se conocieron en la escuela secundaria. Ambos compartían una pasión por el arte y el fútbol, lo que los unió desde el primer día. Taro, con su talento para la pintura y su destreza en el campo de fútbol, había capturado el corazón de Isabella, una joven llena de energía y amor por la vida. Se complementaban a la perfección: donde uno veía un obstáculo, el otro veía una oportunidad. Su relación era una danza perfecta entre sueños y realidad.

Sin embargo, el destino tenía otros planes para ellos. Taro recibió una beca para estudiar arte en una prestigiosa universidad en el extranjero. Era la oportunidad de su vida, pero significaba que tendría que dejar su hogar y, lo más doloroso, a Isabella. La noticia cayó como un balde de agua fría, y ambos sabían que el día de la despedida se acercaba rápidamente.

El último día juntos, decidieron encontrarse en el parque donde habían pasado innumerables tardes dibujando y jugando fútbol. El parque era su refugio, un lugar lleno de recuerdos felices y risas compartidas. Al llegar, el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosas. La atmósfera era agridulce; sabían que sería su última tarde juntos por mucho tiempo.

**Isabella:** "No puedo creer que te vayas mañana, Taro. Todo esto parece un sueño."

**Taro:** "Lo sé, Isabella. No es fácil para mí tampoco. Pero esta es una oportunidad única que no puedo dejar pasar. Quiero que sepas que siempre te llevaré en mi corazón, sin importar la distancia."

Isabella lo miró con lágrimas en los ojos, tratando de mantener la compostura. Sabía que debía ser fuerte, pero la idea de estar sin Taro le resultaba insoportable.

**Isabella:** "Prométeme que no olvidarás todo lo que hemos vivido juntos. Y que, de alguna manera, nuestras almas siempre estarán conectadas."

**Taro:** "Te lo prometo, Isabella. Nunca olvidaré los momentos que compartimos. Y aunque estemos lejos, siempre estarás conmigo."

Se abrazaron fuertemente, sintiendo el calor y el amor que los había unido durante tanto tiempo. Mientras el sol se ocultaba en el horizonte, Taro y Isabella se despidieron con un beso, sellando su promesa de mantenerse en contacto y nunca olvidar su amor.

Los días siguientes fueron difíciles para ambos. Taro se sumergió en su nueva vida en el extranjero, rodeado de nuevas experiencias y personas. Sin embargo, cada noche, antes de dormir, miraba una pequeña foto de Isabella que llevaba consigo a todas partes. Esa foto le recordaba que, sin importar cuán lejos estuviera, siempre había un lugar para ella en su corazón.

Por su parte, Isabella encontró consuelo en su arte. Pintaba y dibujaba cada día, plasmando sus emociones en el lienzo. Cada trazo de su pincel era una forma de mantener viva la conexión con Taro. Sus amigos la apoyaban, pero sabían que nadie podría ocupar el lugar de Taro en su vida.

Una tarde, mientras Isabella pintaba en el parque, sintió una presencia familiar. Al darse vuelta, vio a Taro, de pie, sonriéndole. Su corazón se aceleró y las lágrimas comenzaron a brotar.

**Taro:** "No pude esperar más. Necesitaba verte y decirte en persona que te extraño más de lo que las palabras pueden expresar."

**Isabella:** "Taro... no puedo creer que estés aquí."

Taro se acercó y la abrazó con fuerza.

**Taro:** "Siempre supe que nuestro amor era más fuerte que cualquier distancia. Estoy aquí para quedarme, si tú también lo quieres."

Isabella lo miró a los ojos y, sin decir una palabra, lo besó apasionadamente. Sabían que enfrentaría desafíos y sacrificios, pero también sabían que su amor era lo suficientemente fuerte para superarlos.

Y así, Taro e Isabella comenzaron una nueva etapa juntos, más unidos que nunca. Su despedida había sido dolorosa, pero también les había enseñado que el verdadero amor no conoce fronteras ni distancias. Juntos, continuaron persiguiendo sus sueños y construyendo una vida llena de amor y creatividad.