Parte 8

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Llegamos a un gran edifico todo destrozado, ventanas rotas en su mayoría tapadas con maderas, sucio y parecía que en cualquier momento se iba a caer, se encontraba casi en la nada había un pequeño rancho al lado y unas cuatro casitas en muy mal estado y eso era todo sin contar la arena toda la arena que lo rodeaba, en ese momento tongo un leve dolor de cabeza y veo imágenes aparecer por mi mente me encuentro en el piso de noche con mucha sangre en mis manos, también veo en otra imagen o recuerdo, muchos, muchos muertos apilados, en la última visión veo un monstruo, un, un no sé qué era, pero es muy feo, esta destrozado, parece que era humano, pero solo lo era, muy sucio, y parece estar podrido.

Me despierto veo al chico a mi lado mirando con muy grandes ojos de preocupación y desesperación, me pregunta si estoy bien, como puedo asiento, y me levanto de la arena el me pregunta muy seriamente que me ha pasado, realmente tengo miedo no cualquiera se desmaya de la nada y ve gente muerta, le digo que no lo sé solo vi todo negro mi cabeza dolía y sentía mucha sed, técnicamente no he mentido solo omití las visiones o recuerdos, el me mira de pies a cabeza y asiente me dice seguro has tenido un ataque de deshidratación o algo similar, y continuamos caminando hasta el edificio.

Una vez allí toca la puerta unas cinco veces en un ritmo extraño y se escuchan golpes del otro lado en un ritmo diferente ahora él toca cuatro veces, y nos abre una chica alta del piel y cabello morocho, y unos ojos marrones, y llevaba una remera blanca un poco sucia con unos jeans como de esos que se usan para camuflar, que me gustaron mucho, ella me miro un poco raro pero nos dejó pasar sin decir nada, una vez adentro me encuentro con unos sillones antiguos tapizados con tela floreada, una mesa grande de esas largas para muchos invitados que se usaban antiguamente y muchas sillas de muchos tipos, de plástico, de madera, de hierros etc., también veo una mesita pequeña a un costado en la que había una lámpara y muchas velas, a medio usar, otras, casi se acaban y algunas nuevas, también hay una escalera y varias puertas las cuales supuse que era de cocina, baño y algunos armarios quizás algún dormitorio

_ ¿Quién es? –pregunta la chica que nos abrió-

_No lo sé, pensé que tú la reconocerías –dice el rubio-

_No, no creo haberla visto nunca –responde- _Y ¿cuál es tu nombre? –Me pregunta-

_Emm pues... no... no lo sé –digo un poco avergonzada ósea quien no sabe su propio nombre, además de mí-

_ ¿Cómo que no lo sabes? –pregunta confundida-

Intento responderle pero de nuevo se me viene encima la oscuridad y no veo nada, rápidamente pierdo el control de mi misma y siento como caigo al piso esto de desmayarme me está aburriendo, y simplemente caigo en un sueño, sin sentido alguno, nunca me he drogado pero seguro es parecido a mi sueño

_ ¿¡Cómo puedes traer a una mocosa enferma?! –siente que un mujer chillona grita, y me despierta-

_Yo, yo solo... solo pensé que era del grupo se había extraviado golpeado y por eso no recordaba nada –respondió el rubio, mientras mis ojos se adaptaban a la luz de ese lugar-

_Pues no creas, tienes que estar seguro –le reprocha al rubio-

_Pero, no la podía dejar sola, iba a morir, no podía dejarla muriendo –murmura, el rubio-

Se escucha un gemido de odio, el cual supongo que es de la chica gritona que más bien es una mujer más o menos de baja estatura, un poco regordeta, y de cabello castaño la cual está muy enojada. Me encuentro en una habitación bastante normal excepto por que hay como doce camas, no hay muebles, ni sillas, ni mesas solo camas y unas dos ventanas tapadas con maderas hay una vela en el piso al lado de la cama que estoy ocupando, está ubicada más o menos en el medio de la habitación y el rubio y la mujer me miran atentamente.

Yo... (SUSPENDIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora