El crimen y el miedo se esparcen a través de las calles a medida que El Destructor y su malvado Clan del Pie aprietan su garra de hierro sobre cualquier cosa. El futuro parece demasiado sombrío hasta que cinco hermanos marginados, sobrevivientes de...
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Ha paso un año desde la muerte de Daniel, y Samantha había estado trabajando duro para aprender a vivir con su pérdida. Con la ayuda de sus hermanos, su padre Splinter y su amiga April, había logrado hacer progreso y encontrar una forma de seguir adelante.
Pero todavía había algo que la estaba reteniendo, algo que la hacía sentir que no había podido soltar completamente su dolor. Era la carta que Daniel le había dejado antes de morir.
Samantha había estado evitando leer la carta, temiendo que sus emociones se desbordaran y la hicieran sentir vulnerable de nuevo. Pero sabía que no podía evitarla para siempre.
Un día, decidió que era hora de enfrentar sus miedos y leer la carta. Se retiró a un lugar tranquilo, lejos de sus hermanos y amigos, donde podría estar sola con sus pensamientos.
Con las manos temblando, abrió el sobre y sacó la carta. La miró durante un momento, sintiendo que su corazón se estaba desgarrando de nuevo.
Pero sabía que tenía que leerla. Tenía que saber qué había querido decirle Daniel en sus últimos momentos.
Tomó una profunda respiración y comenzó a leer... Con las manos temblando, abrió el sobre y sacó la carta. La miró durante un momento, sintiendo que su corazón se estaba desgarrando de nuevo.
Pero sabía que tenía que leerla. Tenía que saber qué había querido decirle Daniel en sus últimos momentos.
Tomó una profunda respiración y comenzó a leer...
Querida Samantha,
Espero que esta carta te encuentre bien. Me siento un poco extraño al escribirla, pero tengo un presentimiento que no puedo sacudirme. No sé qué va a pasar en el futuro, pero quiero que sepas que eres la persona más importante para mí.
Desde que nos conocimos en el laboratorio, supe que eras especial. Me enamoré de tu sonrisa, de tu risa, de tu forma de ver el mundo. Me enamoré de ti, Sam.
Quiero que sepas que te amo, no solo como amiga, sino como la persona que quiero a mi lado. Quiero que sepas que te deseo, que te necesito, que te amo con todo mi corazón.
Pero también quiero que sepas que tengo un presentimiento de que algo malo puede pasar. No sé qué es, pero quiero que estés preparada. Quiero que sepas que debes cuidarte a ti misma y a tus seres queridos. Quiero que sepas que debes seguir adelante, no importa lo que pase.
Si mis presentimientos son ciertos y no estoy allí para verte, quiero que vivas la vida al máximo, que te enamores de alguien que te haga feliz y que te ame como te mereces. Quiero que tengas una familia llena de amor y risas, que te rodee de calor y apoyo. Quiero que viajes, que explores, que descubras nuevos horizontes y que te llenes de experiencias inolvidables. Quiero que te rías, que te sonrías, que te sientas viva y que nunca te rindas. Quiero que hagas todo eso que es lo que yo me imaginé a tu lado
Quiero que sepas que siempre estaré contigo, Que siempre te recordaré y que siempre te amaré. Quiero que sepas que te amo más que a nada en este mundo.
Cuida de ti misma, Sam. Cuida de tus hermanos y de April. Y no te rindas nunca.
Con todo mi amor, Daniel"
Samantha se sentó en silencio, con la carta de Daniel en su mano, sintiendo una profunda tristeza y dolor. Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro mientras leía las palabras de Daniel, palabras que le recordaban la conexión especial que habían compartido.
Sam siempre había visto a Daniel como un hermano, alguien con quien podía compartir risas y aventuras. No había visto en él un interés romántico, y su confesión de amor en la carta la sorprendió.
A medida que terminaba de leer la carta, Sam se sintió abrumada por una mezcla de emociones: tristeza, dolor, nostalgia y gratitud. Se sentía agradecida por la amistad que habían compartido, y por la forma en que Daniel siempre había estado allí para ella.
Con una determinación renovada, Sam se levantó de la silla y se dirigió a la ventana. Miró hacia fuera, sintiendo el sol en su rostro y el viento en su cabello. Sabía que la vida seguiría adelante, y que ella tendría que seguir adelante con ella.
–Te extrañaré, Daniel–susurró, con lágrimas en los ojos
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Bueno terminamos este libro vamos por el segundo jajaja
Perdonen a mi nena está ciega y miope no se da cuenta cuando alguien está enamorado de ella es inocente mi muchacha
Ays no pobre Daniel su amor no fue correspondido solo lo veían como un amigo
