Te amo, Jeremy

2 0 0
                                    

Tres palabras anhelo escuchar con todas mis fuerzas... si tan solo tú, Rachel, las dijeras.

Confesiones: Este año 2024, te extrañé, Rachel. Mientras escribo esto, pienso en todo lo que hemos vivido desde el 2021, pero realmente no se remonta a ese tiempo. Tampoco al 2018. Tal vez se remonta a un año antes, cuando tu querida madre hablaba con la mía y yo estaba cerca, escuchando cada palabra. O quizás unos meses antes, cuando yo era consejero de conquistadores y tú una conquistadora. Tal vez ese fue el inicio de mi caminar contigo... sin ti.

Hablabas de música electrónica, jajaja, y yo dije que no sabía nada de eso. Lo sabía, pero no quise decirlo. Sin embargo, no hablabas conmigo, hablabas con alguien más. No sé quién era, y aquí recalco que no me importaba esa persona desconocida. Pero sí recuerdo tu dulce rostro y cómo dibujabas en la silla a un DJ famoso (no diré quién es, jajaja).

Después, ocurre un apagón en mi mente y regreso a ese sábado en que nuestras madres hablaban. Tu nombre salió a la luz. Rachel tiene problemas, escuché. Puedo ser más detallista, pero realmente no vale la pena. Ora por ella, dijo mi madre. Y lo hicimos.

El tiempo pasó y la llama volvió a convertirse en una chispa. Ese año yo empezaba la universidad, y fue realmente divertido. Pasó el tiempo, muchas cosas sucedieron y llegamos al 2018. Ya conoces esa historia. La chispa volvió a reanimarse. Solo tus ojos bastaron para encender mi frío corazón. Me miraste solo unos segundos, pero fue suficiente para provocar un incendio dentro de mí. Sin embargo, ese incendio fue controlado por mi razón: es una niña, me dije.

El tiempo pasó, y vi cómo la dulce llama de mi corazón casi se extinguía por el viento frío de un joven extraño para mí. Sentí miedo y resignación. Intenté avivar mi llama con fuegos ajenos, escribiendo a otras chicas, buscando consuelo. Pero no era justo. Tú te veías feliz... y eso me dolía.

Con el tiempo, la llama empezó a apagarse, quedando solo una pequeña brasa a punto de extinguirse. Aquí no vale la pena seguir contando. Tuve miedo... y me rendí.

Pasaron muchos sucesos que conocemos. Muchas veces me sentí herido. Por más que traté de reemplazarlo a él, no pude. Era imposible. Seguías con él en tu mente. Confieso que me rendí. El año pasado, me rendí por completo. Cuando vi que volviste a hablar con él, la llama se apagó. Mi corazón se rompió en mil pedazos.

"¿Por qué no soy suficiente para ella?"
"¿Por qué no dijo esas tres palabras?"
"¿Acaso aún espera que él cambie?"

Me fui triste a Panamá, sin esperanzas. Trabajé mucho, me cansé, salí con otras personas. Pero había algo que no cuadraba. Realmente estaba muerto. Era feliz a ratos, hice nuevos amigos, los niños me alegraron la vida... pero mi llama estaba apagada.

Pasó el 31 de diciembre de 2023 y no te importó. En marzo de 2024, rechazaste otra vez ser mi novia, y fue el fin para aquel joven enamorado. Pero incluso en la más absoluta oscuridad, quedaba un carbón frío, dispuesto a esperar aquella llama que lo volviera a encender.

Creí que había llegado en diciembre, pero no fue así. Te volví a besar después de más de un año sin hacerlo. Esa llama encendió nuevamente mi carbonizado corazón. Me di cuenta de que mi corazón quiso ser un fénix y renacer de las cenizas.

Rachel, te amo. Te sigo amando. No he amado a ninguna otra mujer tanto como te he amado a ti. A pesar de todas las estupideces que hice, nunca dejé de amarte. No he podido ahogar este sentimiento porque no quiero que te vayas de mi vida. No quiero que estés con nadie más. Quiero que seas solo mía.

Sé que tienes preocupaciones válidas, y aunque creas que no las entiendo, quisiera tener el poder de convencerte de que todo estará bien. Pero realmente creo que tienes razón.

Sin embargo, ya no me siento triste si decides irte de nuevo. No me siento triste si llegas a estar con otro hombre en tu vida. Tampoco diré esa frase cliché de "que te vaya bien con él", jajaja. No siento eso. Claro, tampoco quiero que te trate mal, pero no quiero que estén juntos. Obviamente, es un caso hipotético, no lo tomes a mal.

Quisiera seguir siendo solo para ti.

Qué difícil es estar enamorado, ¿verdad?

Creo que he aprendido a ser más discreto. Realmente he mantenido a raya mis emociones. Sé controlar mi llama. Antes, cada vez que veía tu nombre en el celular, era como un incendio que consumía todo a su paso.

Aún te sigo queriendo, pero esta vez con un amor más maduro. Reconozco que he hecho todo lo que está a mi alcance... y más. Aún te sigo amando, Rachel, incluso más que antes. Pero ya no soy el joven deprimido por tu amor de hace dos años. Ahora realmente me siento preparado para afrontar cualquier decisión, aunque, lo admito, todavía tengo algunos destellos de inmadurez.

Aún quiero ir y partirle la cabeza a todos los hombres que te trataron mal. Aún odio no haber llegado antes. Pero es algo que he ido superando poco a poco. Creo que el último paso está cerca. El final, supongo. Mi corazón lo siente. Pronto todo será diferente.

Estoy seguro de algo: llegaste a mi vida y solo hay dos caminos. Pero, de cualquier forma, ya gané. Rachel, ya gané. Siempre estarás en mi vida. Tal vez lo que digo suene tonto, pero hay amores que no se olvidan.

Ese es el punto, Rachel. Ese es mi miedo. Que no puedas olvidar ese pasado... y regreses a su vida.

Pero, independientemente de eso, y de todo lo que sé, creo que ya gané. Porque tuve el valor de luchar por ti. Porque enfrenté mis miedos y les gané.

No quiero que te vayas, tonta. Quédate conmigo, Rachel.

Y di lo que siempre he esperado escuchar:

Te amo, Jeremy.

Letras Al Viento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora