En esta segunda entrega de la historia se verá porque Tae no es santo de la devoción de Jimin y viceversa, pero no pueden vivir el uno sin el otro, el sentimentalismo que hay entre Yoongi y Hobi... pero este último se decide por Taehyung porque jamá...
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Después de que aquella horrible verdad le estallara en la cara a Jungkook, dejó de hablarle a su hermano y cortó toda comunicación con él de manera inmediata, pero al ser dueños del hospital Jeon, tenían que verse las caras a diario y hablaba con Yoongi solo lo necesario.
Mientras Jungkook, Jimin, Hobi y Tae, continuaban con sus vidas, Andy y Yoongi fueron a visitar a Taemin al reclusorio varonil de Busan, querían saber que fue lo que ocurrió realmente y el único que podía decirles toda la verdad y esclarecerlo todo era el verdugo de la prestigiosa familia Jeon.
Al llegar al reclusorio Andy y Yoongi fueron sometidos a varias pruebas de seguridad, para asegurarse que ninguno de los dos llevara algún tipo de arma a quien irían a visitar, Yoongi fue el primero en revisar.
Pasaron por su cuerpo un detector de metales llamado Garret, después esculcaron sus pertenencias, Yoongi estaba limpio, pues no llevaba nada consigo que le diera libertad a Taemin, después fue el turno de Andy, le pidieron vaciar su bolso, revisaron sus pertenencias y ahí no había nada extraño, después el oficial a cargo de la revisión paso por el cuerpo de la mujer castaña el mismo detector de mentales y... cuando empezó a pasar el aparato por encima de los hombros, el detector sonó.
—no se preocupe oficial—dijo la gemela de Jungkook con una amable sonrisa—, se tratan de mis pendientes—con sutileza paso su cabello hacia atrás de sus orejas para descubrirlas y mostrar los hermosos aretes que colgaban de ellos.
Una vez más, el decector fue directo hacia su pecho y volvió a sonar, lo que hizo sospechar al oficial, Yoongi puso su mano izquierda en su frente pensando mal de su hermana.
—oficial, es mi sostén—dijo sin más, un poco disgustada y mostró únicamente el elástico negro que colgaba de su hombro.
Una vez más el oficial llevo hasta la cintura de la joven el detector y este volvió a sonar, una vez más, Andy dijo que se trataba de su piercing, un pequeño arete que colgaba de su ombligo, tuvo que alzar un poco su blusa para hacer notar el artefacto que hacía sonar con intensidad el Garret.
Ya que fueron inspeccionados, los dejaron pasar al área común de visitas, Taemin ya los estaba esperando, aunque jamás pensó que se tratara de los hermanos Jeon.
Taemin tenía su cabello negro y muy largo, casi a bajo de los hombros, la piel blanca como la luz de la luna, tenía pecas en las mejillas que hacían verlo adorable, ojos color miel y tenía el uniforme naranja del reclusorio donde estaba recluido, Taemin era un hombre muy guapo.
Eso Yoongi lo pensó, pero desechó ese pensamiento pues lo que menos quería, era tener problemas con su hermano Jungkook por culpa del reo con el número 001 bordado en la chaqueta de su uniforme.
