____ observaba algo desconcertada lo que el mech sentado a su lado le había confesado, en verdad la tomó por sorpresa.
—¿Q-qué? —fue lo único que pudo decir.
—Que seas mi compañera de chispa —repitió el mech grisáceo, un poco nervioso.
—... —la femme permaneció un momento en silencio —D... sabes que yo ya tengo una pareja —le recordó, algo agobiada.
—¡Lo sé! ¡Pero él no te trata como en verdad lo mereces! —exclamó, exasperado —te deja de lado, en el olvido, le importa más su deber como científico que tu bienestar —sujeta con suavidad ambos servos de la médica —yo seré mucho mejor que él, te colmaría de atención, dedicación, adulación y de amor, todo lo que tú quieras lo haría por ti y solo por ti —de sus servos, pasa a sus mejillas, acariciándolas con cariño —en verdad quiero que estés conmigo, y yo quiero estar contigo, porque me haces sentir más de lo que ya soy —coloca su frente contra la de ella —por favor... por lo menos piénsalo un poco ¿Okey? —suplicó.
La femme de armadura violeta se mantuvo callada, procesando la declaración de D-16. Ella ya se encontraba en pareja, y siempre le fue fiel ante todo, incluso soportar su falta de atención hacia su relación. Pero las palabras del minero la hacían sentir diferente, la hacían sentir especial, como que en verdad fuera más importante que cualquier otra cosa.
—De acuerdo —respondió, ambos alejándose un poco —lo tendré muy en cuenta, pero... —pausó un momento —primero debemos solucionar este tema de Sentinel, no podemos pensar de más sin antes detenerlo, a él y sus engaños —el mech asintió en acuerdo —hay que ir a despertar a los demás y seguir con el camino, debemos llegar cuanto antes a la Ciudad Iacon —con eso, decidieron volver con los demás y continuar con esto.
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Los ópticos zafiros de la médica no dejaban de derramar lágrimas, observando como ambos ex mejores amigos se tenían frente a frente. Orion Pax, ahora conocido como Optimus Prime, había desterrado al que una vez fue como su hermano, y a todos aquellos que lo seguían de la Ciudad Iacon, ya no podía permitir que destruyeran su hogar. D-16, siendo ahora Megatron, miraba con enojo e indignación al nuevo seguidor de Primus. Tuvo que aceptar para mantener su dignidad y orgullo, dejándole muy en claro que este no sería el último enfrentamiento que tendrían.