My little big love [Jimsu] [Adaptación]

Epílogo: nuestra vida

Nuestra vida.


El despertador suena, abrumado y con ganas de seguir durmiendo, le ordena que pare, un segundo después el silencio vuelve a reinar la habitación.

Odiaba levantarse temprano, incluso si lleva toda la vida despertándose a la misma hora, él siempre va a odiar tener que dejar su cama.

Más cuando esta estaba ocupada por su lindo alfa, quien seguía profundamente dormido. Yoongi se permite estar un poco más sobre ese fornido pecho, llenándose de ese aroma que tanto ama.

Suspira. Muchas cosas habían cambiado.

Tres años después de su unión, continuaban siendo una pareja sólida y amorosa. Ambos habían trabajado mucho en su relación, creando una base de respeto, comunicación y sobre todo amor. Su decisión era pasar el resto de sus vidas juntos, entonces debían poner de su parte para que cualquier traba u obstáculo que pudieran tener, tuviera un arreglo.

Las cosas habían dado un giro radical, empezando por el tiempo en que Yoongi salió de la universidad, sometiéndose al mundo laboral, donde al ser un novato para el despacho de abogados en donde trabaja, sus horarios se veían reflejados al antojo de sus superiores. Jimin, con su carga estudiantil, se les hizo difícil pasar tiempo juntos, pues cuando uno estaba libre, el otro estaba muy ocupado.

Fue complicado, se extrañaban mucho, no era suficiente una visita en los fines de semana. Por eso, un día mientras tomaban el desayuno, Yoongi simplemente le soltó la idea de vivir juntos a su alfa, Jimin no dudó en aceptar y así fue como a sus veinte años se mudó con su omega.

La convivencia también fue un tema de adaptación para ambos, pero lograron sobrepasarlo con éxito, pues aunque fueran completamente diferentes en varios aspectos del hogar, no fue nada que no pudieran hablar y arreglar.

Además, los dos amaban pasar tiempo juntos, y al vivir en una sola casa, todo era más fácil, pues podían dormir y despertar en la misma cama, todos los días.

──Cachorro... ──murmuró el omega. ──Yoongi.

El alfa se removió, estaba consiente de que el despertador había sonado, pero tener a su novio sobre él, emanando calidez, simplemente era difícil levantarse.

──Estoy despierto. ──habló con los ojos cerrados.

Yoongi soltó una risita. Su lindo alfa había crecido demasiado, ambos lo habían hecho, con 22 y 25 años se podría decir que sus actitudes y comportamientos se habían hecho más maduros, de cierta forma al menos. Pues ambos seguían actuando como dos adolescentes descubriendo su primer amor, tan enamorados que no había nadie que no pudiera ver la miel que derramaban al mirarse y tocarse.

Jimin se removió un poco para lograr recostarse sobre Yoongi, encajando su cara en el espacio de su cuello, con delicadeza comenzó a dejar suaves besos sobre su piel, llevándolos hasta la marca que reposaba ahí.

Oh, Jimin había marcado a Yoongi el mismo año en que se mudó, para todos fue una sorpresa, pero nada que no supieran disimular, pues el omega se veía tan feliz y radiante con su alfa y su mordida, que nadie se atrevió a irrumpir en esa felicidad.

──Buenos días, amor. ──susurró luego de besar su mordida.

Jimin había aprendido a besar y mimar la marca de su omega desde que este lo había pedido, pues no podían levantarse de su cama hasta haber conseguido su sesión de cariño mañanero.

Se levantó lo suficiente para ver al rubio a los ojos, dándole una sonrisa. Yoongi sonrió de vuelta, tan enamorados.

──Buenos días, vida. ──respondió.