Nada que hacer

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*Narra Andesina*

-¿Una nueva amiga? O eso creo, que feliz estoy.-

Se quedo a vivir conmigo, trajo sus pertenencias las cuales no eran muchas. Algunas armas de guerra y una que otra chatarra. De igual forma, hacia que el lugar se llenara y eso me ponía feliz. 

-¿De quien esa gran... arma?- Pregunte curiosa.  
-Es un arma de la Guerra de las Gemas, ya sabes, la Guerra entre la trinidad Diamante y Rose Cuarzo-
-No tengo idea de que me hablas...- ... -¡Ah! Si, recuerdo haber escuchado rumores de ella, pero no se mucho. ¿Tu estuviste en ella?- dije sorprendida.
-Si- dijo mientras bajaba la mirada.
 
Supuse que esa fue la Guerra de la cual me contó, no creía yo que había participado de "esa" Guerra. Me sentí apenada. -¿Y donde fue esta gran batalla?-
 Sin decir nada, bajo de la montaña y decidí seguirla. Llegamos finalmente a una plataforma, sin hablar y la plataforma se activo. 

Llegamos a un lugar lleno de armas gigantes -¿Como es que no estuve aquí antes?- dije mientras la miraba. Ella solo miraba al cielo del lugar en donde estaba. Comencé a caminar por el lugar, ignorada, como siempre; las armas eran muy grandes 'Esta guerra debió haber sido genial, ¿no? Gemas luchando por lo que aman, con mucha fuerza y dedicación. Hasta la increíble Rose Cuarzo, quien nunca vi.' 
 Volví finalmente a donde estaba Azurita, seguía igual, solo que con sus ojos húmedos. Decidí abrazarla, creí que lo necesitaba, y si no estaba consiente de que quedaría como una estúpida. 

*Narra Azurita*

Me quebré, finalmente, otra vez. Debo ser la Gema mas inestable en la Tierra. Conociendo a solo dos.

'¿Por que vine aquí? ¿Para recordarlo? ¿Para sentir que es mi culpa de nuevo?' Sentí el cuerpo de la pequeña cerca del mio, un abrazo consolador y satisfactorio. Puse mi mano en su cabeza haciendo una sonrisa forzada. 
 Tome aire y la aleje de mi ordenando que se siente, y le conté lo que recordaba de aquella batalla, para mi sorpresa ninguna lagrima surgió de mi cara, y eso me puso mas feliz. 
 Sorprendida, y con la boca algo abierta, presto atención a todo lo que tenia para contarle, preguntando sus dudas, por un  momento aprecie que metía sus dedos en sus fosas nasales pero lo ignore por completo. 

-¿Y como venían las Gemas a la Tierra?-

-Bueno...- respondí intentando recordar -Recuerdo que unas naves voladoras venían a la Tierra trayendo plataformas, y trajeron la Plataforma "Madre" con ellas.-

-¿Madre?- pregunto confundida.

-Seria la plataforma que te transporta de un Planeta a otro. ¿Entiendes?-

-Creo que si...- dijo agachando su cabeza. -Tenemos que ir a la Plataforma Gigante, ¡Ella podría sacarte de aquí y llevarte con Blenda!-

-Lamento decirte que...- dije antes de ser interrumpida, me tomo del brazo y me arrastro rápidamente a una plataforma, luego la activo. 


Sin decir nada, y luego de probar y probar, llegamos a la Distorsión Galáctica.
-¿Ves? La plataforma madre esta...- se sorprendió al verla completamente destruida  -Pero, yo-
-Igual, es inútil, esta inactiva desde la Guerra, nada entra y sale de ella- dije penosa.

-Yo... yo lo siento Azurita, no fue mi intención... siempre arruino todo- se tiro al suelo a llorar-

-No no- dije mientras me le acercaba -No te deprimas, me recordaste algo importante...-

-¿Y que fue?-

-Que no puedo irme de este lugar aunque quería, y para ser sincera, no quiero irme- dije y luego la abracé. 

 ...De todos modos, no tengo opción...

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2015 ⏰

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