El silencio en la habitación era reconfortante. Sakura y Hiashi habían pasado semanas preparando el momento en que celebrarían su compromiso formal. La ceremonia había sido pequeña pero con toda las personas que ambos querían, pero cargada de significado. Ahora, solos en la intimidad de una noche tranquila, se miraban con una mezcla de nerviosismo y cariño.
Hiashi, siempre tan sereno, deslizó una mano por el rostro de la Haruno, apartando un mechón de cabello rosados que caía sobre sus ojos. Ella le sonrió, aún acostumbrándose al anillo en su dedo, ese símbolo del amor que los unía.
-¿Estás segura? —preguntó él con suavidad, dándole espacio para decidir.
Sakura tomó su mano, entrelazando sus dedos con los de él. Habían hablado de este momento tantas veces, asegurándose de que ambos estuvieran listos. Ahora, con las luces tenues y la calidez de la noche envolviéndolos, supo que no podía sentirse más en paz.
Estoy contigo, Hiashi. Siempre —respondió ella, con una convicción que hizo que él se inclinara para besarla.
El beso comenzó lento, como si temieran romper la magia que los rodeaba, pero pronto se transformó en algo más. Las emociones contenidas durante semanas salieron a la superficie, y cada caricia fue un reflejo del amor que sentían. Sus manos exploraron con cuidado, trazando caminos por piel desconocida, pero siempre con respeto y atención a las reacciones del otro.
Sakura sintió cómo su corazón latía rápido, pero en lugar de sentirse insegura, se dejó guiar por la conexión que compartían. Hiashi, por su parte, nunca dejó de mirarla, asegurándose de que cada movimiento fuera mutuo, compartido, deseado.
La noche avanzó con una mezcla de susurros y risas nerviosas. Cuando finalmente se encontraron como uno solo, la sensación fue diferente de lo que imaginaban, pero más profunda de lo que habrían soñado. No era solo un acto físico, sino una promesa silenciosa de que siempre estarían ahí, cuidándose y amándose.
Al amanecer, mientras los primeros rayos del sol iluminaban la habitación, Sakura descansaba apoyada en el pecho de Hiashi. Su respiración tranquila, el calor compartido y el sonido de sus corazones latiendo al unísono eran todo lo que necesitaban para saber que estaban exactamente donde debían estar: juntos.
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Muérdago
FanfictionLuego de la guerra llego la.época de la navidad ,una época de dar regalos recibir regalos,y también la llegada de los sorpresivos Muérdago como dice la tradicion si hay sobre tu cabeza deberás besar a la persona y esa tradición bueno llevara a una u...