Thanatos X Manigoldo (Un Amor Ilegal)

Capítulo 10

¡Aquí tienen la continuación de la historia! Espero que disfrutes este nuevo capítulo lleno de tensión y misterio.

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Capítulo 10: "El Límite de la Oscuridad"

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Con Thanatos y Hypnos

Hypnos: -cruzado de brazos, observando a su hermano con un destello de resignación- No voy a detenerte, Thanatos. Pero recuerda esto: todo lo que destruyas en tu obsesión será irreparable.

Thanatos: -alzando la cabeza con una sonrisa glacial- No necesito recordatorios, Hypnos. Sé exactamente lo que estoy haciendo. El poder no se obtiene siendo cauto, sino implacable.

Hypnos: -dando media vuelta, su voz cargada de advertencia- Entonces asegúrate de no quedarte solo en tu implacabilidad. Porque el día que necesites ayuda, quizá ya no esté.

Thanatos: -viéndolo irse con una mirada fría- No necesito a nadie. Mucho menos a ti.

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Con Cid y Manigoldo

Cid: -entregando una taza de té a Manigoldo mientras ambos están sentados frente al fuego- ¿Sabes? Siempre me ha intrigado cómo mantienes esa fachada de fuerza, incluso cuando estás lleno de dudas.

Manigoldo: -tomando el té, mirando la taza con atención- No es una fachada. Es... lo único que sé hacer. Si me permito quebrarme, no podré mantener todo en pie.

Cid: -con suavidad, pero firmeza- A veces, romperse es la única manera de reconstruirse. No tienes que ser fuerte todo el tiempo, Manigoldo.

Manigoldo: -mirándolo directamente, sus ojos brillando con emoción contenida- ¿Y si al reconstruirme ya no soy el mismo? ¿Si pierdo todo lo que me hace quien soy?

Cid: -con una leve sonrisa- Entonces te ayudaremos a encontrarte de nuevo. Eso es lo que hacen las personas que te quieren.

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Con Defteros y Aspros

Defteros: -esperando en la sala de estar, sus dedos tamborileando nerviosamente en la mesa- Sé que no vendrá fácilmente, pero al menos debería intentar hablar con él otra vez.

De repente, la puerta se abre, y Aspros entra, su rostro una mezcla de cansancio y determinación.

Aspros: -cerrando la puerta con un golpe seco- No esperaba encontrarte aquí.

Defteros: -levantándose lentamente, enfrentándolo con un tono firme- Porque no quiero que sigamos evitándonos. Necesitamos hablar, Aspros.

Aspros: -con una risa amarga- ¿Hablar? ¿Hablar de qué? ¿De cómo te aferras a una amistad que podría destruirnos?

Defteros: -con los ojos entrecerrados, sus palabras cortando el aire- No me aferraría a algo que no valiera la pena. Tú eres el que no confía, Aspros. Y no sé si alguna vez lo harás.

Aspros: -silencio, sus manos apretándose en puños antes de soltar un suspiro- No confío en Asmita, pero sí confío en ti, Defteros. Solo espero que no me demuestres que estoy equivocado.

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Con Albafica y la carta misteriosa

Albafica: -sujetando la carta entre sus manos, su expresión seria mientras sus pensamientos giran- ¿Quién podría haber dejado esto aquí? No parece una amenaza directa, pero tampoco es inofensiva.

El sonido de pasos ligeros detrás de él lo saca de sus pensamientos. Al voltear, ve a Minos regresando con una expresión de intriga.

Minos: -alzando una ceja- Pareces perturbado, Albafica. ¿Puedo ayudarte con algo?