Capitulo 52. "Cásate conmigo"

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Luego de tomar una ducha y comer algo me sentí mucho mejor pero mi corazón todavía dolía y el causante de eso estaba sentado a unos metros de mí.

—Quiero irme a casa —dije, llevando mis rodillas a mi pecho.

—Dame una oportunidad para explicar —dijo él, con pánico en su voz. Lo fulminé con la mirada.

—¿Qué hay para decir? —Podía sentir mi pecho volviéndose más pesado mientras dejaba salir lo que ocurría en mi mente.

—Sé que te mereces algo mejor que yo. —Me miró y esperó por una respuesta. No dije nada—. ¿Puedo sostenerte? —preguntó. Sus palabras me atraparon fuera de guardia. Quería gritarle y correr fuera de la puerta pero me senté, congelada en mi lugar. Harry se deslizó más cerca en el sillón y envolvió sus brazos alrededor de mí, empujándome abajo sobre él mientras se recostaba. Suspiró, empujando mi cabello fuera de mi rostro.

—Abby estaba embarazada —susurró. Mi sangre se enfrió.

—¿Qué? —pregunté, sorprendida mientras me giraba para ver su rostro. Sus ojos estaban rosados e hinchados como si hubiera estado llorando desde que me fui.

—Nos acabábamos de enterar. —Sonrió con el recuerdo.

—Tienes un... —Él sacudió su cabeza antes de que pudiera terminar mi oración.

—Ella tomó el dinero, ¿recuerdas? No tenía lugar en su vida para mí y nuestro... — Su voz se desvaneció. Presionó sus ojos cerrados, intentando olvidar—. Siento no haberte dicho. Yo sólo... no podía. —Una lágrima escapó de su ojo y cayó por su mejilla. La sequé con mi pulgar, mirando fijamente sus ojos.

—Lo siento tanto —susurré. Él corrió sus manos a través de su cabello mientras se levantaba.

—¿Tú lo sientes? ________, arruiné malditamente tu vida en el corto tiempo que te he conocido. —Estaba enojado consigo mismo y al borde de colapsar completamente.

—Harry, todos tienen un pasado. El mío tampoco es tan grandioso pero te hizo lo que eres hoy. El hombre que amo. —Puse mi mano en su pecho. Su corazón estaba latiendo fuertemente.

—¿Todavía me amas? —Su rostro estaba afligido como preparándose para que le rompa el corazón.

—Más que nada. —Le sonreí mientras miraba abajo a mis manos en su pecho, pensando cuán lejos hemos llegado en este corto tiempo—. Te pertenezco —dije en voz baja. Sus ojos comenzaron a quemar y podía decir que su humor estaba cambiando.

Tomó mi mano y la sostuvo fuertemente contra él.

—Te amo más que nada, ______. No quiero volver a sentirme de la manera en que lo hice cuando pensé que te había perdido para siempre. —Sonreí y me incliné para besarlo. Sus labios se presionaron fuertes contra los míos—. Cásate conmigo.

Señor Styles |н. ѕ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora