Capítulo 1: Como has cambiado

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¿Os acordais del imbecil que dejé en Ciudad Real? Si, ese que me prometió que nada nos separaría...

Pues no le he visto en los últimos tres años.

Él está de gira por España y Latinoamérica.

Fui a su concierto en Vigo, junto a mi nueva mejor amiga Kenya. ¡Y es auryner! Si no fuera porque me obligó no hubiera ido a verle. No tengo interés en volver con él, la verdad.

-Tia, ¿me estas escuchando?- dice Kenya pasando su mano por delante de mi cara.

-Si si, sólo que me he distraído pensando en... - me corta.

-En Dani.

Y la verdad es que no se equivocaba.

-¿Le hechas de menos, no?- continua.

-No.

-Mentira- se cruza de brazos. Odio que me conozca tan bien-. Por cierto, en mañana hay firma de discos en Vigo, hay que ir.

Suspiro.

No quiero verle cara a cara.

Lo del concierto fue diferente, ya que el no sabía que yo iba...

Pero esto...

De esta no me escapo...

No creo que sea tan despistado como para no reconocerme, ¿no?

-¿A que hora es?

-¿Eso es que vienes? Por que si dices que no, te secuestrare para que vayas. Y sabes que soy capaz.

Kenya me da miedo con ese tono. Y sí, iré, porque esta es capaz de secuestrarme.

-Si no hay mas remedio...

-¡Toma! ¡Tendré foto con David!- empezó a dar saltitos y ha hacer ruidos raros. Un poco más y hace la gamba. O la croqueta, que no se que es peor.

La detuve, más que nada porque no quiero que nos castiguen, ya que estamos en el instituto. En mitad de clase de gimnasia, más concretamente.

Y como el profesor se a retrasado un poco pues empezamos a hablar.

Kenya siguió con su ataque fangirl hasta que llegó el profesor.

Nos indicó que diéramos 3 vueltas a la pista de fútbol.

Hoy tocaban las pruebas de resistencia. Por lo tanto, los 20 minutos siguientes los pasamos sudando como pollos dando vueltas al instituto.

Lo peor de todo es que la clase era de 13:15 a 14:10, y después teniamos clase de sociales.

Después de los 20 minutos corriendo, casi me desmayo. Me mareé pero aguanté de pie. A Kenya le fue bien ya que como ella va practica baloncesto, pues está acostumbrada a correr mucho.

Yo iba fatal, de tantas vueltas caminaba en S por el mareo y no me aguantaba en pie. Básicamente, así estabamos toda la clase. Parecíamos borrachos.

Kenya era una de las pocas a la que no le afectaban estas corridas.

Y sí, soy consciente de lo mal que a sonado eso.

En los vestuarios nos cambiamos la camiseta y me lavé la cara, que seguía roja como un tomate.

Como era verano, la camiseta se podía escurrir de tanto sudor que había ahí concentrado.

Al entrar a clase, dejamos las mochilas y fuimos al baño a rellenar nuestras botellas de agua. Que quedaron vacías de un trago.

Una vez todos en clase, la profesora empezó a dar la revolución francesa.

Mi hermano, mi vida [Dani Auryn] #2Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ