Capitulo Siete.

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Llegaron al estudio de Dorian. Ambos aparcaron el auto por allí, Juan se bajó primero para luego abrir la puerta trasera y dejar a Stephanie salir. Ella gruñó y siguió a Dorian adentro, claro que Juan Luis no se quedó atrás.

-"¿Quién es ese bombón que anda contigo?" –Le preguntó Dorian a ella –

-"Es el chofer de mi casa" –Al contestar rodó los ojos –

-"Ay, si no lo quieres me lo puedes regalar" –

-"Si, con moño y todo" –Ella utilizó el sarcasmo –

-"Es hermoso, más esos tatuajes" –Habló Dorian sacando la llave para abrir la puerta –

-"Dorian, venimos a trabajar; no a hablar de estupideces" –Ambos entraron –

-"Ay, que amargada" –

Dorian iba a cerrar la puerta, pero Juan intervino preguntando si podía entrar; Dorian no pudo negarle aquello, por eso lo dejó entrar. Mientras él preparaba la cámara, y esas cosas; Stephanie se estaba cambiando por otro lado, y Juan Luis se dignó a sentarse en una butaca del lugar y detallar cada detalle del espacio.

-"Ya estoy lista" –Gritó Stephanie desde el estrecho camerino –

-"Pues sal" –Contestó –

-"¡Espera! Esto es muy poca ropa, no me atrevo" –

-"¿Quieres hacer la sección de fotos, o no?" –

-"Pues si" –

-"Entonces sal ya" –

Stephanie temía un poco, porque la realidad es que nunca había usado algo semejante a lo que tenía puesto... bueno, quizás un bikini...No, pero es que era una cosa muy diminuta en ese cuerpecito. Luego de pensarlo varias veces, se llenó de valor y salió. Cuando vio a Juan Luis allí sentado, entró en pánico; como siempre.

-"¿Qué hace él aquí? Se supone que te quedaras afuera" –Dijo escondiéndose detrás de una de las cortinas –

-"Bonito yo pasando frio allá afuera" –Contestó él –

-"¡Bueno ya! Empecemos con esto que ya me estoy arrepintiendo" –Intervino Dorian –

-"Pero no quiero que él me vea así" –

-"Stephanie, déjate de caprichitos por favor" –

La joven se resignó y se alejó de aquella cortina. Juan Luis no pudo evitar sorprenderse al verla tan exhibida, aquella tela lo único que cubría era parte de los senos, su feminidad y parte de sus glúteos... lo demás al aire libre. Casi sin pestañear, él se mantuvo observando cada movimiento de ella. Ni siquiera se dio cuenta de las instrucciones que Dorian le estaba dando a ella, sin darse cuenta estaba de baboso mirándola a ella. Luego de un rato, la sección terminó. Dorian se dedicó a mostrarle las fotos a Stephanie, para después cambiarse a su ropa original, y después volver al área.

-"Muchas gracias por todo" –

-"Por nada. Hoy no fastidiaste tanto, estuviste fantástica" –Comentó el hombre afeminado –

-"¡Gracias! Sé que soy hermosa, y brillo solita" –

-"¡Seguro! Te mando las fotos por email, y el Jueves las voy a revelar" –

-"Si, me llamas para decirme como te va mañana en la exhibición de tu amigo" –

-"Hecho" –Ambos se despidieron –

Juan Luis se levantó de aquella butaca para luego salir detrás de ella. Éste abrió deshizo el seguro del auto con el bíper, por suerte ella no le armó otra de sus cantaletas, simplemente abrió la puerta y se montó sin berrinche alguno. Él hizo lo mismo para luego arrancar.

-"Eres buena" –Dijo él apartando el silencio –

-"¿Perdón?" –

-"Que es buena, la cámara la quiere" –

-"¿Eso crees?" –

-"Si, ya me la imagino promocionando un anuncio de Tres Monjitas o una cosa así" –Dijo burlándose de ella –

-"¡Eres un estúpido! Prefiero ser modelo de Tres Monjitas a ser una buena para nada como tú fíjate" –

-"Pero porque se enoja, si lo único que hice fue alagarla" –

-"¿Sabes qué? Mejor cierra la boca" –

-"Si usted me lo pide" –

A él le estaba gustando la idea de hacerla enojar ¿ya qué? Si ella se la pasa así todo el tiempo con él, no tenía nada que perder con un poquito de chiste en cuanto al tema. Al llegar, él se aparcó y luego le abrió la puerta. Entraron, y ella despegó para su cuarto. Juan Luis primero se encaminó a la cocina para tomar un vaso de agua, luego fue al cuarto. Stephanie se duchó y se colocó su pijama preparada para dormir, al prender la lámpara de al lado de su cama vio lo más espantoso y horrible que sus ojos habían visto... nuevamente... otra lagartija. Su corazón se detuvo por un momento, evitó gritar ya que todos estaban durmiendo. Definitivamente no podría dormir hasta que esa cosa estuviese fuera de su cuarto. Pensó en llamar a Felipe, pero tampoco quería despertarlo para matar a una cosa de esas, la segunda opción era Juan Luis, ya que este había tenido la valentía de solucionar el mismo problema en la alberca.

Ella salió del cuarto, para luego dirigirse al de huéspedes, en donde dormiría Juan Luis durante este tiempo. No se dignó a tocar, entró allí sin permiso alguno. Allí se encontró con un Juan Luis distinto, y en cuanto a distinto me refiero en poca ropa. Ella tragó gordo al notar su abdomen bien trabajado, y sus brazos bien formados.

-"Pudo haber tocado primero, niña" –Dijo él dejando a un lado lo que tenía en manos –

-"Lo sé, lo sé pero es que hay una lagartija en mi cuarto" –

-"Y ¿Qué quiere que haga?" –

-"Tomé parte de mi valioso tiempo para venir hasta acá ¿Qué crees que debes hacer?" –Ella colocó ambas manos sobre su cintura –

-"¿Quiere que la mate?" –

-"Pues ¡evidente!" –

-"De acuerdo" –

Ella se dio la vuelta para salir de allí seguida por él. Tan pronto entraron al cuarto ella le mostró en donde se supone que la lagartija estaba, en lo cual falló ya que ésta ya no estaba allí. Ella temió aún más.

-"Ay no, te juro que estaba ahí" –Dijo ella segura –

-"Tranquila, vamos a buscarla; debe estar por aquí" –

-"No, no, no... Y si no aparece no duermo" –

-"¡Espera!" –Dijo Juan mirando por debajo de la cama –

-"¿Está ahí?" –Ella le preguntó –

-"No" –

Ella se mantuvo en una esquina mientras él se dedicaba a buscar la cosa esa por allí. Ella sintió algo caminar por sus pies, inmediatamente miró se encontró a su amiguita la lagartija, soltó un grito y corrió a los brazos de Juan. Se aferró con fuerza a su pecho.

-"¿Qué paso?" –

-"La cosa esa me tocó" –Dijo sin separarse –

-"¿Dónde está?" –

-"No sé, creo que salió" –Respondió aun abrazada a él –

Luego del susto, ambos se sintieron un poco comprometidos al descubrir su situación. Ella se separó de inmediato.

-"Eh... Ya te puedes ir a dormir" –Dijo fingiendo ser la misma malcriada de siempre –

-"Buenas Noches" –Le dijo él –

-"Ya vete, idiota" –


Enfermedad De Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora