Capítulo 6

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Al llegar a mi casa encontré todo maravillosamente impecable. Era muy raro que tuviéramos limpio, pero eso solo significaba una cosa: mis padres estaban en casa.

Mis padres son unos fanáticos de la limpieza y de todo lo que sea moderno. Mi madre, siempre que puede, limpia toda la casa y la deja como nueva. Mi padre deja todo ordenado.
Yo y mi hermano somos como el agua y el aceite con mis padres. No nos parecemos en nada, ni en lo emocional ni en lo físico. Mi madre es alta y de cabello castaño oscuro casi negro, tiene los ojos azul intenso y es elegante, en el sentido de que es cuica.

Mi padre impresionantemente más alto que mi madre, tiene el cabello castaño oscuro casi negro y ojos negros. Y, al igual que mi madre, es elegante, pero relajado comparado con mi madre.
Mi madre siempre ha necesitado saber cada cosa qué hacemos durante el día, incluso me puso una cámara de seguridad en mi habitación, hasta que yo inteligentemente, la desactive.
Mi padre solo ha querido saber si llegamos bien a casa y si seguimos vivos.

- Wow, que grande - dijo Dylan asombrado por la casa -. Y, maravillosamente, impecable. Ni siquiera mi madre logra tener la casa así, y eso que ella no trabaja.

- Si, es que... mis padres son medios fanáticos de la limpieza...
- ¿Medios? Son re-fanáticos de la limpieza.

Su cara lo decía todo. Estaba examinando la casa mueble por mueble desde la puerta de entrada. No se veía mucho, ya que desde ahí solo se alcanzaba a ver la escalera hacia el segundo piso. Lo que se alcanzaba a ver desde la puerta de entrada eran solo cosas claves para saber cómo es nuestra familia.

Al lado de la puerta había un mueble rústico de madera barnizada con fotos de nuestra familia y a su lado un frasco de cristal con dulces. También, arriba de este, un espejo de madera muy elegante con diseños tallados y, obviamente, barnizado. Además se alcanzaba a ver el pasillo de entrada con 6 puertas, 3 por lado.

Ingresé a la casa con Dylan a mis espaldas.

- ¡Papá! ¡Mamá! - grité.

Me adentré más hacia la casa.

- ¿A donde van todas estas puertas? - me preguntó Dylan aún a mis espaldas.

- La primera a mi derecha va hacia la cocina. Después está la primera hacia mi izquierda que va hacia la "oficina" - dije haciendo comillas con mis dedos y dándome media vuelta para estar frente a él - donde podemos hacer nuestras tareas o buscar libros para el colegio. Yo nunca entro ahí, ya que él Wi-Fi llega hasta mi habitación así que no me sirve de nada.

- ¿Podemos?

- Si, podemos, yo y mi hermano mayor.

- Oh.

- Muy bien, mmm... Le sigue la segunda puerta a la derecha donde está la mesa para almorzar, desayunar, etc., y ademas tiene un baño para las visitas - me dí media vuelta otra vez para seguir avanzando por el pasillo -. La segunda puerta a la izquierda, como verás, no tiene puerta y además tiene un marco grande. Por que es el living con la TV y la chimenea.

>> En la tercera puerta a la derecha esta la habitación de visitas con dos camarotes y un armario gigante. Y, en la tercera puerta a la izquierda está el GYM donde, obviamente hacemos ejercicio en máquinas y colchonetas.

- Wow, oficialmente amo tu casa - me dí media vuelta para mirarlo a su cara. -A mi también me encanta.

Escuché pisadas en la escalera a mis espaldas y me dí vuelta de inmediato. Era mi mamá, estaba con tu vestido rojo pasión con su típico escote en el pecho. Mi mamá tenía muy buena figura para su edad, si no fuera por las canas pasaría desapercibido en la escuela.

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