Capítulo 6 (Editado)

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Estaba ansiosa. Faltaban treinta minutos para las cinco y aún no decidía que ponerme. Si Alex me hubiera dicho que lugares tenía en mente, tal vez, ahora tendría noción de que usar.

Opté por ponerme una camiseta de mi banda favorita, Paramore y unos jeans. Estaba agarrando mi celular cuando tocaron la puerta. Por su forma bruta de tocar, sabía que era Alex y para que no siguiera insistiendo provocando que mis pelos se pongan de punta, le abrí enseguida.

—Pasa, tomaré mis cosas y nos iremos —expuse tomando mi bolso.

Mire lo que Alex llevaba puesto. Va con unos jeans y una camiseta bastante ajustada donde puedo ver todo su pecho y abdomen.

—Pagaré yo —comentó cuando salí de la habitación.

Negué varias veces con la cabeza. De ninguna manera. No me sentiría para nada cómoda. —Agradezco la oferta, pero prefiero pagar yo.

—No...

—Alex gracias, pero no —Dije en tono cortante. No me gusta que la gente me pague, aunque sea por caballerosidad.

—Has como quieras —Escupió y se fue abajo.

¿Es en serio? ¿Qué fue ese cambio de humor tan repentino? Debería preguntarle a Amanda si él tiene algún problema emocional porque no era común que se enojara por tremenda idiotez.

Quiero tener una tarde agradable y si antes de salir es todo una mierda, no creo que me lo pase bien.

Alex estaba sentado en la mesa de la cocina, viendo su vaso de agua muy atentamente. Él sabía que yo estaba ahí, pero no quería mirarme.

—Alex ni siquiera hemos salido y ya estás enojado conmigo —Dije sentándome en la silla que está enfrente de él.

No respondió. Ni siquiera me miro.

—¡Vamos Alex! ¡No puedes enojarte porque me gusta ser independiente y pagar por mis propias cosas! ¡No es lógico! ¡Eres mayor que yo!

¿Podía ser tan caprichoso?

—Helena ese no es el problema —Realmente parecía un niño haciendo un berrinche, casi podía ver su labio inferior sobresalir. Ver a un niño actuando así me daría ternura y con Alex es una mezcla de risa y enojo.

—¡¿Entonces cuál es?! —No respondió y me miro a los ojos. Tenía los ojos más tristes que vi en mi vida. Sentía que intentaba decirme algo. Rogándome algo, pero no sabía...

Nos quedamos en silencio un largo rato. Sabía que él no iba a decir nada así que decidí dar el primer paso.

—Hey, Alex —Tome su mano, su toque provoco un hormigueo en mi estómago, se sintió raro

Él miró mi mano sobre la suya y luego a mí fijamente a los ojos. Jamás me cansaré de decirlo, amo sus ojos. —Escucha, no tengo que caerte bien y no voy a obligarte a estar conmigo si no quieres, estate tranquilo, mi intención siempre fue al menos intentar coexistir de forma pacífica contigo, como somos primos, probablemente podríamos habernos llevado bien, pero entiendo que las cosas cambiaron para nosotros —Decir «primos» dejo un sabor amargo en mi boca. La expresión de Alex cambio, como si hubiera tocado una fibra sensible.

—Eso ya lo sé —Dijo apartando mi mano de la suya. Por alguna razón cuando deje de tocarlo se sentía vació. Casi incorrecto... Podríamos tener una linda amistad si tan solo él se sintiera de la misma forma que yo—. Lamento ser tan gilipollas, ya te lo dije, no eres tú.

—Bien, entonces deja de hacerme creer que si —Alex hizo una mueca, concediéndome que probablemente tenía razón—. Entonces, ¿Podemos irnos y pasarlo bien? —le sonreí, esta vez, una sonrisa totalmente real. Él se encogió de hombros y asintió.

¿Solo primos?  ©  (Disponible completo en Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora