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Al estar en el aeropuerto internacional de París lo mas dificil fue despedirme de esa ciudad, era mi sueño estar alli, conocerla, y lo logré, no aguante la emoción y dejé que las lágrimas fluyeran.
Estoy llegando a Estambul, no tengo una idea clara de Giuletta, no la recuerdo perfectamente, pero se que hay algo en ella que realmente me enamoró, no se si ella esta allí, ni siquiera se si aún respira, pero mis esperanzas son muchas y el amor abunda.
Acabo de llegar a Estambul, es hermoso, magico al igual que París, es una ciudad de princesas y sultanes.
Me encontraba en el autobús yendo hacía el hotel donde me alojaria, estaba distraído cuando de repente subió ella, Giuletta estaba en el mismo autobús que yo, pero frente a ella subieron decenas y decenas de personas que imposibilitaron el paso y por lo tanto fue realmente imposible llegar a ella.
Unas paradas mas adelante logré ver como Giuletta, mi amada, bajaba de ese fantasmal autobús, lleno de turistas, obreros, mujeres, empresarios, niños, todos hablando distintos idiomas, "Hablando", mas bien gritaban, no se bien como se entendían, quizás ya se acostumbraron.
Fue deprimente saber que estube tan pero tan cerca de ella pero a la vez tan lejos sin volver a escuchar su hermosa y delicada vos.
En el hotel decidí relajarme, merendar tranquilamente y luego salí a recorer la ciudad, pero seamos realistas, no salí tan solo a recorer, fui en busca de ella, de Giuletta.

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2015 ⏰

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