Todo comenzó en París

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Me desperté temprano, me vestí y me dirigí a desayunar tomé un taxi y le pedi que me llevara a la agencia de turismo mas cercana.
Le pagué al taxista y baje del auto, al entrar en el centro de turismo me acerqué a la secretaría que se encontraba en un escritorio en la entrada y le pregunte sobre algún recorrido por el Louvre, me mencionó algunos pero elegí el que incluía visita guiada.
Me pidieron que espere en la recepción hasta que llegue mi guía y eso fue lo que hice, de repente una hermosa jovencita quizás unos 3 años menos que yo salió de una de las puertas de la agencia hablando con la recepcionista.
Hablaba un francés perfecto y fluido pero era evidente su acento italiano, se presentó, su nombre era Giuletta Goulding, era alta, de pelo negro y piel de un tono palido, era bella, era única, nunca había visto una mujer tan hermosa como ella.
Llegamos al Louvre, nos registramos e iniciamos el tour, recorrimos todas las galerias y ella comento que si tan solo nos detuvieramos a ver cada obra por al menos 2 minutos tardariamos años es recorrer el Louvre completo, claro que yo lo sabía pero no se lo dije, no quería sonar descostes.
Vimos "El David", "Venus de Vinilo", "La virgen de las rocas", "La autoproclomacion de Napoleón" y miles de obras mas.
Hubo una que fue muy especial, deseaba verla desde niño, "La Gioconda", hay algo en esa pintura de Da Vinci que me producía intriga como su mirada, sus rasgos, sus teorías, sus leyendas, sus secretos, ella.
AGiuletta también me apasionaba esa pintura, pasamos mucho tiempo hablando sobre ella mientras recoriamos el museo.
Al salir fuimos a un restaurante de comida rápida el la plataforma 1 de la Torre Eiffel, alli hablamos sobre nuestras vidas, ella hablo sobre su vida en Italia y sobre que mañana se va para Estambul.