PD: Te extraño.

Querido Jack...

❝Quizás es la quintoagésima vez que estaré diciendo esto en menos de tres semanas pero... con tantas noches sin dormir bien, no puedo darme el lujo de seguir conteniéndome como antes, mi cerebro ya no soporta tantos pensamientos quejumbrosos a cada minuto del día y es momento de sacar esto, otra vez: Sí, mi vida en Berk aún transcurre con normalidad, algunos problemas con dragones salvajes por aquí, líos con Mildew por acá, regaños de mi papá más allá y discusiones adolescentes más acá, tal como siempre lo ha sido durante mis quince años de existencia en la isla de los Hairy Hooligans. Las jornadas son igual de frías que siempre, con aquellas ventiscas que te atrapan en pleno vuelo, provocándote resfriados que duran semanas enteras. No me quejo, soy un vikingo después de todo, nací en un ambiente crudo e inhóspito y gracias a algo de suerte he logrado llegar a mi adolescencia con casi todas mis extremidades intactas... No obstante, por mucho que intente actuar como si todo estuviese normal, hablando con Astrid sobre cuán rápido puede volar Stormfly con algo de pollo o discutiendo con Patapez qué capitulos es necesario actualizar del Libro de Dragones... No me siento bien. Estoy cansado, seguramente la aldea entera se habrá dado cuenta de las feas ojeras que llevo bajo mis ojos o que me paso gran parte del día bostezando mientras miro al cielo gris como idiota silencioso, esperando por algo que aparezca de entre las nubes a darme un "Buenos Días".

¿Será necesario que lo vuelva a repetir? ¿Sabiendo que soy un vikingo terco, que se lo piensa casi tres veces antes de dar declaraciones sobre algo? ¡Dah! Ya todo me da igual, no puedo seguir actuando como si no me ocurriese nada, ya lo dije... estoy cansado de aparentar que mi vida está bien ¿Cuándo te dignarás en responderme, aunque sea, a través de un mísero trozo de papel el cómo te encuentras? ¿O por cuánto tiempo estarás lejos de Berk? ¿Si te ha comido un brazo una bestia? ¿Haz descansado lo suficiente? ¿Haz comido bien? ¿Estás solo? ¡Sólo ponte a pensar en lo que estoy escribiendo! ¡El vikingo que más te odiaba, ahora transformado en una especie de "novia sobreprotectora con complejo de madre"!

No quiero que te lleves la mala idea de que estoy presionándote a volver, pues tú tienes deberes y yo tengo los míos. Tú eres un Guardián y Espíritu del Invierno; yo, el líder de una Academia de Dragones y futuro jefe de una tribu. Ambos tenemos nuestras vidas y nuestras tareas, así que no te exigiré que vuelvas inmediatamente, tómate todo el tiempo que sea necesario para cumplir con tu trabajo de la mejor forma posible, pues yo te seguiré esperando aquí, actuando como si nada estuviera afectándome mientras intento conciliar al menos tres horas de sueño ininterrumpido, evitando las miradas preocupadas de Toothless y soportando los quejidos interminables del anciano de las Coles podridas. Todos aquí extrañan tu presencia (indirectamente), aunque no te puedan ver... créeme, estamos demasiado acostumbrados a la nieve sobre nuestros tejados cada mañana.

Espero estés bien
y que aún conserves esa sonrisa estúpida que me irrita tanto.

-Hiccup. ❞

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— Creo que con un "te extraño" hubiese bastado. Siempre alargo las cosas...   —Comentó fastidiado el ojiverde, observando el largo trozo de pergamino que había escrito con carboncillo, repleto de borrones y con un dibujo del otro lado. Contuvo un pesado bostezo a las tres de la madrugada, para después apagar la luz de la única vela en su habitación y tratar de meterse a la cama a conciliar algo de sueño, pues su dragón ya se le había adelantado, profiriendo sonoros ronquidos que acompañaban a los de Estoico en el primer piso de la casa.

Ya habían pasado tres semanas desde que Jack se había ido.