[Carta escrita por my sis Watapoonboh, como parte de un RP uvu]
He perdido la cuenta de cuántos días llevo sin verte, sabes que nunca fui alguien que estuviese al tanto de las fechas o las horas (Sigo siendo aquél idiota a quién se le olvida llevarse el invierno a tiempo para que Áster pueda traer la primavera y se cumpla el ciclo de las estaciones) Por lo que creo que no te sorprenderá saber que he olvidado cuántas cartas te he escrito. Sí, definitivamente, sigo siendo un completo idiota. Por que lo peor no es escribirlas y olvidar cuantas llevo; si no, jamás enviártelas. Se quedan en la bolsa de mi sudadera, mal dobladas y con varias capas de escarcha que indirectamente les coloco; solo para que en un par de horas o días vuelva a abrirlas y leerlas, dándome cuenta de que soy un jodido imbécil para demostrar el como me encuentro... Seguro te lo has preguntado en este lapso que no nos hemos visto, y aunque probablemente jamás leas este maldito trozo de papel; quiero decirte que me siento muy solo, y en mi interior está creciendo poco a poco un enorme vacío que se está tragando todo lo que soy. No puedo creer lo que digo pero; creo que me siento tan mal como aquella vez que Pitch me encarceló en su Cueva... Y no te pude ver hasta meses después.
Te extraño demasiado. Quería que lo supieras.Desde que he tenido que irme, créeme que no hay un día que pase en el que no piense en ti. Me despierto cada mañana en solitario, deseoso de poder recibir un regaño o aunque sea un rugido de tu dragón pidiéndome que me aleje de ti. Pensando si has tomado aunque sea un vaso de agua como desayuno, si te has puesto bien tu playera, o si tu prótesis no se ha quebrado por culpa de aquella lagartija de color negro que según te cuida como a su pollito. Durante las tardes, mientras paso el rato con algunos niños, tampoco puedo sacarte de mi mente; ¿Y si te has caído mientras practicabas trucos nuevos en la Academia, y yo no he estado ahí para atraparte? ¿Qué tal si la lagartija no pudo rescatarte? Maldita sea, no puedo creer que ahora vivo con el temor de regresar a Berk y que te haga falta otra extremidad. Te extraño, enserio lo hago. Te veo en cada lado al que voy, pues no falta el típico chico que trata de copiar tu hermoso cabello, tus adorables pecas o tus preciosos ojos... Joder. Como me hace falta ver tus ojos cada mañana cuando despierto...
En cada sonrisa y en cada risa que producen los niños a los que divierto, puedo verte a ti junto a mí, tratando de aguantar las ganas de soltarme una bofetada, mientras empiezas a llorar debido a mis cosquillas. Muchos de los Guardianes están preocupados por mí, Norte más que nadie, dicen que luzco casi fantasmal, como si no tuviese vida, también me han dicho que no hago las cosas como antes, o de que mi cabeza la tengo en otro lado, menos donde debería tenerla... Y es verdad. Pues tú, una vez más, resultas ser mi primer y último pensamiento a lo largo del día, y me he sentido completamente vacío en estos días que no he podido estar junto a ti. Sigues siendo mi razón de todo, aquél que me pone de buenas y me da motivos para seguir con mi trabajo, pues aunque suene extraño, a veces resulta agobiante viajar de un país a otro, solamente para agitar mi cayado por aquí y llevarles nieve y ventiscas por allá. Las cosas serían totalmente diferentes si tú estuvieses aquí... Conmigo. Ya que si fuese así, te llevaría a miles de lugares que he conocido que podrían encantarte; y si el viaje en sí no fuese suficiente, creo que con que supieses que hay miles de dragones que jamás has visto ya tendrías un motivo extra para acompañarme...
Quiero volver ahora. No aguanto ni un segundo más volando de un lado a otro sin descanso. Quiero estar contigo y poderte dar mimos ¡Me hace falta mimar a mi pecoso! ¡Me hace falta darte tus besos, tus abrazos... Anda ya, me hace muchísima falta verte, Pescado Parlanchín! Escuchar tus regaños, inclusive recibir una que otra bofetada... Todo es mejor cuando es contigo. Desde el primer segundo del día, hasta el último suspiro que suelto al dormir junto a ti. Antes de todo esto, lo mejor para mí era andar de aquí para allá, lanzando bolas de nieve a diestra y siniestra como un desquiciado grillito que no puede parar de moverse. Y ahora; vaya, lo único que me puede hacer feliz es un pequeño vikingo, ubicado a a doce días al Norte de Calvario y algunos grados al sur de Muere de Frío; ubicado justamente sobre el meridiano de La Tristeza. Es imposible que olvide esto, pues, ahora más que nunca, es un lugar sumamente especial para mí...
Regresaré en cuanto menos te lo esperes... Amado mío...
Te amo, Pequitas ♡Atte: Tu Copito idiota ❄︎
P.D Cuando regrese quiero una sesión de besos y apapachos. Nada de yoga ¿Está bien? Aunque claro, si quieres igual te enseño nuevas poses, en mis viajes he visto mucho últimamente que podría enseñarte.
...
...
No fue hasta que sintió unos leves piquetes en el rostro que el Guardián salió de su "nube", lo que le obligó a alzar la vista del trozo de papel. Era la pequeña Baby Tooth, quién una vez más le había pillado escribiendo una carta. Ante esto, la asistente de Toothiana trató de arrebatársela, pero nuevamente, como todas las noches, el Guardián la dobló rápidamente y se la escondió en la bolsa de la capucha— No planeaba enviársela —Comentó rápidamente en lo que desviaba la mirada. La hadita solo empezó a chillarle, regañándole por su mala conducta, pues los Guardianes le habían prohibido enviar cartas durante ese lapso en el que estaría fuera de Berk, pues todos creían que "un par de semanas separados no les harían daño" y Baby Tooth había quedado al cuidado del Espíritu del Invierno, sobretodo para verificar que no llegase a enviar alguna de esas cartas. Sin embargo, notó las lágrimas que escurrían de las mejillas del albino, y se apresuró a acercarse a su rostro, dispuesta a limpiar sus lágrimas, pero Jack se le adelantó, frotándose la manga de la sudadera en el rostro casi con fiereza. Sentía que estaba siendo muy dramático en lo que respectaba a su separación del ojiverde— E-Estoy bien Hadita... S-Solamente se me metió nieve a los ojos... —Cuando acabó, se apresuró a esconder la pluma y el tintero en un cajón, mientras a levitaciones lentas se encaminaba hacia su habitación, pues había escuchado pasos en el taller, y si uno de los Guardianes le pillaba despierto, las semanas fuera de la aldea (Y lejos de su pecoso) aumentarían como castigo. Se metió a su cuarto, se envolvió entre las sábanas y trató de conciliar el sueño...
Pero como todas las noches, el pensamiento de su dulce ojiverde le devoraba la mente, provocando ese deseo de sentirlo, imaginar su olor, pensar en su rostro, haciéndole pensar únicamente en el escuálido vikingo desde ese momento... Hasta que el salía por su ventana.
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PD: Te extraño.
FanfikceJack debe cumplir sus deberes como espíritu del invierno e ir al otro lado del mundo a llevar nieve y diversión, pero Hiccup no puede evitar sentirse desolado en Berk. ----- Pequeño doodle sobre una de las cartas de Hiccup a Jack.