Fuzzy Way | Nomin [+18]

04. Instantáneas

Jaemin aún sentía el ardor en las mejillas tras su error inicial con Jeno, pero no tenía tiempo para avergonzarse ni para lamentarse de que su lado lascivo había salido sin querer. Estaba en un evento importante, rodeado de personas influyentes en la industria de la moda, y lo último que quería era parecer un novato que se dejaba intimidar fácilmente.

Jeno, por su parte, lo miraba con una media sonrisa, los ojos oscuros brillando con diversión. Había algo en Jaemin que captaba su atención, más allá de su descaro inicial. La confianza con la que se desenvolvía en un ambiente tan exclusivo era inusual, y eso le resultaba intrigante.

— Así que, Na Jaemin... —dijo Jeno, probando su nombre en sus labios como si estuviera evaluándolo— ¿Qué hace alguien como tú en un evento de Ferragamo?

Jaemin levantó una ceja, fingiendo desinterés mientras tomaba un canapé del buffet. Se lo llevó a la boca y masticó con calma, dejando la pregunta en el aire antes de responder.

— ¿Alguien como yo? ¿Eso es una forma elegante de decir que no parezco pertenecer aquí?

Jeno soltó una risa ligera.

— No, en absoluto. Solo que no recuerdo haberte visto en eventos anteriores.

Jaemin se encogió de hombros luego de agarrar otro canapé, estaba delicioso, nunca antes había probado algo como eso antes, algo con tanta elegancia en su presentación como en su sabor sofisticado. Lo saboreo sin dudar, disfrutó por un par de segundos mientras pensaba qué responder.

— Tal vez porque soy más selectivo con mis apariciones.

No era una mentira total, pero tampoco era la verdad completa. No podía simplemente decirle que estaba en el evento porque alguien desconocido lo había invitado con la promesa de una gran oportunidad.

— Interesante... —murmuró Jeno, sin apartar la mirada de él— ¿Eres modelo?

Jaemin mantuvo su expresión relajada, pero sintió una punzada de incomodidad.

— Algo así —respondió con ambigüedad.

Jeno iba a decir algo más, pero antes de que pudiera hacerlo, una voz lo interrumpió.

— ¡Lee Jeno! Ahí estás.

Un hombre de traje oscuro, con un aire de autoridad y elegancia, se acercó a ellos. Jaemin no lo reconoció, pero por la forma en que Jeno enderezó la postura, supo que se trataba de alguien importante.

— Disculpa, debo atender esto —dijo Jeno, lanzándole a Jaemin una última mirada antes de apartarse con el hombre.

Jaemin dejó escapar un suspiro cuando Jeno desapareció entre la multitud. Se obligó a relajarse. No había venido aquí para distraerse con un modelo de pasarela con una sonrisa peligrosa. Tenía que concentrarse en la razón por la que había aceptado la invitación.

Ahora recorría el salón con la mirada mientras se deslizaba entre los grupos de invitados que se movían en conversaciones animadas, brindis y miradas estratégicas. Aunque su encuentro con Jeno lo había dejado ligeramente desconcertado, no tenía intención de quedarse atrapado en una sola interacción. Se suponía que esta era su noche para expandir contactos, para introducirse en un mundo que aún no lo aceptaba del todo.

Algunos le lanzaban miradas curiosas, como si trataran de identificarlo. Otros simplemente lo ignoraban, demasiado ocupados con sus propias conversaciones.

Sin embargo, cuando alzó la vista, su atención se fijó en una escena al otro lado de donde estaba, casi al final del salón, donde no había visitado hasta ese entonces y que gracias a su ansiedad y curiosidad pudo llegar.