Capítulo 1

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Esta... Es la historia de mi muerte.

¡Pero tranquilos! Es una historia muy divertida. Y lo cierto es... Que ni siquiera es mía. Al menos, no del todo.

Veréis, hace mucho tiempo, en un reino muy, muy lejano (está a unos días en barco de mi reino, para ser más exactos), una joven fue coronada reina. Lo que nadie sabía era que esa joven tenía grandes poderes de nieve y hielo, muy hermosos, pero también muy peligrosos cuando escapaban a su control. Tuvo que mantener ese poder oculto de todo el mundo, encerrándose en su castillo. Se cerraron puertas y ventanas, de modo que nadie podía entrar ni salir. La reina tenía una hermana menor a la que amaba muchísimo, aunque la apartó de su vida para no hacerle daño con su poder, ocultándoselo también.

El día de la coronación, la princesa se prometió con un apuesto príncipe. Sin embargo, la reina, con buen criterio, decidió no dar su bendición porque los prometidos ¡se habían conocido ese mismo día! ¿No es de locos? La princesa presionó a su hermana, siendo el único resultado que se descubrieran sus poderes delante de todo el mundo.

La reina, asustada, huyó a las montañas, donde por primera vez en su vida se permitió ser ella misma, soltar su maravilloso poder en todo su esplendor y construir un magnífico palacio hecho totalmente de hielo. Lo que ella ignoraba es que en el reino que había dejado atrás, la nieve comenzó a cubrirlo todo silenciosa e inexorablemente...

Por otro lado, la princesa, arrepentida, fue a buscar a su hermana para traerla de vuelta y recuperar el verano, dejando a cargo del reino al príncipe con el que se acababa de prometer. Os recomiendo que no olvidéis a este príncipe, es muy importante.

En las montañas, la princesa encontró a un joven recolector de hielo (y a su reno), junto al que vivió grandes aventuras buscando a su hermana. ¡Oh! Y juntos encontraron un gracioso muñeco de nieve hecho por la reina. ¡Que estaba vivo! No me miréis así, yo os cuento la historia como me la contaron a mí.

Total, que cuando encontraron a la reina en su nuevo palacio, ella parecía muy feliz con su nueva vida, aunque lo cierto es que se había aislado allí para no hacer daño a nadie. La princesa intentó convencerla para que volviese al reino, pero ella estaba decidida a no hacerlo para proteger a todo el mundo. Cuando la princesa le contó que su reino estaba cubierto de nieve, atrapado en un invierno eterno, la pobre reina se asustó muchísimo y, por accidente, hizo que su poder helado golpeara el pecho de su hermana. La reina echó a su hermana, al joven que la acompañaba y al muñeco de nieve del castillo usando un gigantesco golem de nieve, convencida de que si se quedaban con ella estarían en grave peligro. Se quedó sola, intentando controlar su poder sin éxito. Cuanto más miedo tenía, más fuerte parecía volverse.

Mientras tanto, la princesa y sus compañeros de aventuras lograron huir del golem ¡cayendo por un precipicio de sesenta metros de altura! Impresionante, ¿no os parece? Por suerte, la nieve amortiguó su caída. El joven se dio cuenta de que el pelo de la princesa se estaba volviendo blanco debido al ataque de su hermana, así que decidió llevarla junto a unos seres mágicos que sabrían qué hacer.

Resulta que aquellos seres no eran ni más ni menos que la familia adoptiva del recolector de hielo. Cuando le vieron llevar con una chica... Jamás adivinaríais lo que intentaron hacer. ¡Casarles allí mismo! No, en serio, no me miréis así. De verdad que así es como me lo han contado. Antes de que hicieran aquella locura, el líder de esos seres llegó y le dijo a la princesa que en su corazón había hielo. La única manera de descongelarlo era mediante un acto de amor verdadero. Los seres sugirieron que podría ser un beso de amor verdadero. Comprendieron que tendrían que ir a buscar al príncipe, su prometido, para que la salvara. ¡Os dije que era importante!

El príncipe, viendo que la princesa no regresaba, había ido a buscarla él mismo. Lo que encontró fue el palacio de hielo de la reina. Algunos hombres que fueron con él intentaron asesinar a la reina, pero ella sabía defenderse y las tornas cambiaron muy rápido. Si el príncipe no la llega a detener, hubiera matado a aquellos hombres. Una de las flechas que estos hombres pretendían lanzar contra la reina dio en el techo, haciendo que cayera al suelo una lámpara de araña que la misma reina creó. Al correr para que no cayera sobre ella, la reina cayó al suelo y se desmayó. Despertó en una celda, donde le pidió al príncipe que la dejara marchar porque era un peligro para el reino y que buscara a su hermana.

Tangled FractalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora