20. Fiesta para viejos

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Eran solo las 19:00 y mi madre ya me estaba dando el follón con que me arreglase. Habíamos quedado enbir a las fiestas a las 21:00. ¿Para que arreglarme ya? Me costo una discusión mas con mi madre así que subí a mi habitación a por mi ropa interior y mi toalla, para darme mi ducha.

Por lo que me habían dicho, estas fiestas eran un poco mas formales, por una parte estaba los adultos comiendo y riendo, con esa musica de adultos.. Y por otra parte, había discotecas para adolescentes, y mis ganas de fiesta eran máximas ya que hacia una buena temporada que no salia de casa, pero esta vez me tocaba quedarme con mi familia, en esa horrible fiesta para adultos..

Salí de la ducha, me coloqué mi ropa interior y fui a mi habitación, me coloqué un vestido granate, con unos tacones negros, me maquille con unos labios granates preciosos y unas ondas en mi cabello.

Bajé al salón, eran las 20:30, estbanbtodos preparados, menos mi madre, vaya.. Ya tenia algo que echarle en cara. Derrepente sonó el timbre, era la abuela de Chad, y.. Chad. Entraron saludandonos con una sonrisa de oreja a oreja, y Chad no tardo en mirarme. Esta vez le devolví la sonrisa, quería empezar una buena relación con el, de amistad claro.
Chad me cogió y me aparto del resto

-¿Entoces? ¿amigos? -me dijo-

-Podemos intentarlo

-Creo que funcionará-me sonrió-

Le Sonreí y le di un beso en la mejilla

-Cualquier cosa que quieras, o cualquier problema que tengas quiero que me lo digas ¿Entendido?

Sonreí y asentí con la cabeza.

-Esta bien, vámonos -dijo mi abuela-

Chad y su abuela también se venían con nosotros.

Llegamos a la fiesta, era todo precioso, el barrio entero iluminado con luces de colores y flores por el suelo. Nos sentamos en una mesa, cerca del escenario donde cantarían algunos vegestorios y después se subirían a bailar algunos borrachos, supongo.
Fue una cena muy agradable, Chad estaba guapísimo, con una camisa blanca que le quedaba mas bien apretada, y le marcaba sus músculos. Habíamos estado hablando y riendo, creo que esta vez si que empezábamos a ser amigos.

-Las 23:00, empieza la fiesta-dijo Chad-

-¿Iréis a daros una vuelta por esos sitios de adolescentes? -dijo su abuela-

-Claro que irán, aquí se aburren -dijo mi padre-

Yo empezé a asustarme, y a la vez esa idea me entusiasmaba, fiesta al fin, pero, con Chad, no era una buena combinación, o tal vez sí, ahora eramos amigos.

-Cuando queráis podéis iros, -dijo mi madre- toma dinero Ainhoa.

Mi cuerpo empezó a coger calor de mas, y mi sonrisa se agrandaba por momentos, no aguantaba ni un minuto mas en esa fiesta de viejos con un hombre de fondo cantando bingo.
Cogí la mano de Chad y tiré de él para que se levantase, dije un rápido adiós y salí de allí, con Chad y mi familia riendo entre carcajadas.

-Bien, ahora.. ¿donde vamos? -le dije mientras andábamos por una calle sin rumbo-

-Tu sabrás, tu eres la que me sacaste de allí corriendo sin plan ninguno -dijo riendose-

-¡Eres tu el que conoce este barrio! ¡Tu sabrás a donde va la gente!

-Esta bien tranquila, iremos a una discoteca donde va todo el mundo, seguramente estarán allí mis amigos, te los presentare cuando lleguemos

-¿Esta muy lejos?

Chad se rió

-Mira a tu lado -dijo Chad riendose-

Y ahí estábamos, en la puerta de la discoteca, con música electrónica, de la que ami me gustaba, se me pusieron los pelos de punta solo de pensar en la noche tan buena que iba a pasar, tenía ganas de entrar y bailar como si no hubiese un mañana.

Empieza la fiesta..

Quedate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora