+21 | MAFIA RUSA
Ella vive un infierno... sin saber que es la legítima heredera de la mafia Alemana, Rusa e Italiana, capaz de hacer el mundo arder si así lo desea.
Arisha Von Nacht es la heredera de una dinastía marcada por el poder y el peligro.
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ＴＯＤＯ ＡＣＴＯ ＴＩＥＮＥ ＳＵ ＰＲＥＣＩＯ 1/2
𝙾𝙼𝙽𝙸𝚂𝙲𝙸𝙴𝙽𝚃𝙴
Davyna Belov tenía una facilidad inquietante para encontrar lo que otros querían esconder.
No era solo talento, era práctica. Sabía dónde mirar, cómo conectar detalles que parecían insignificantes y cómo leer entre líneas hasta que la verdad quedara desnuda frente a ella.
Esa mañana, mientras revisaba los informes y accedía a sistemas que no eran suyos, su mirada concentrada y calculadora se mantuvo fija en la pantalla. En sus manos, cada trozo de información adquiría sentido. Con un par de clics y algo de paciencia, las piezas comenzaron a encajar.
El sonido de las teclas siendo pulsadas llenaba el espacio de su oficina. Le tomó horas, pero obtuvo todo lo que necesitaba. Con sus pies se empujó hacia atrás en su silla, desplazándose hacia la impresora. Tomó cada papel y los dejó dentro de un folder nuevo. Con eso y su laptop, salió de su oficina.
Abordó el ascensor para ir a la sala de reuniones.
Al entrar, Astreyd y Elowen ocupaban puestos al azar en la gran mesa, parecían inmersas en su charla.
Drystan, por otro lado, estaba casualmente de pie frente a la pantalla que proyectaba a Abril Hampton, Esteban Moretti y Dieter Von Nacht, los cuatro manteniendo una conversación amena.
Davyna se acercó a la mesa y se despojó al lado de Demyan, colocando la laptop sobre la superficie pulida. La abrió y se conectó al sistema de la sala.
Su padre la observó con paciencia, aunque le interesaba saber lo antes posible qué había encontrado. Sin embargo, había un nombre en específico que no quería escuchar, por razones un poco más personales. Quería creer que Konrad Reinhard, a fin de cuentas, no era tan estúpido.
—Tengo una pregunta, ¿quién monitorea el rendimiento de las operaciones centrales?
Davyna miró a Demyan, aunque la pregunta fue general.
—Koval —respondió Drystan.
Con grandes pasos, se acercó a su hermana y tomó el dossier que ella le ofreció. Davyna se inclinó sobre su laptop y tecleó para buscar quién era, hasta dar con un informe completo sobre aquella persona.
—Mateo Koval... O es un completo idiota, o encubre lo que Nikolai y Severov hacen. En la base de datos hay discrepancias con algunas entregas que iban dirigidas al sureste de Rusia. Los números que ponen son muy elevados, y los informes son ambiguos, sin mucho sentido, lo que, por simple lógica, muestra que no es real. Y... ¿saben quién está al sureste de Rusia?
—Kozlov —murmuró Demyan, aún atento a lo que ella informaba.
—Exacto, pero eso no es todo, el mismo patrón se repite en el este de Alemania, justo en la circunferencia de Konrad Reinhard.
