-Narra Angy-
Kise y yo ya nos encontrábamos comiendo en la mesa del comedor, además de los spaguettis tuve que hacer más comida, porque parecía que iba a zamparse toda la nevera el muy glotón. Yo le observaba con caras de "no me lo puedo creer", mientras veía como el rubio comía como una bestia.
-¿Qué pasa Angy? ¿Ya no tienes hambre? -Decía el rubio, lleno de tomate por toda la cara.
-Sí, si hambre tengo, así que como toques mi plato te saco los ojos y me los como -Dije de forma fría, a lo que Kise casi se atraganta con la comida.
Seguramente si mi madre viera a algún chico en la casa y más si fuese el conocido Kise Ryouta, estaría todo el rato intentando emparejarnos y lo más seguro es que al chico le encantaría. Tengo el presentimiento de que haga lo que haga, voy a ceder y no puedo consentir eso.
Cuando terminemos de comer dejemos los platos en su sitio, ya limpios y nos pusimos en mi habitación a hacer el trabajo de Historia de España. Nos sentemos en la gran alfombra que había en mi habitación para ello, mientras yo iba buscando información en el portátil, imprimía imágenes o información; pero Ryouta lo única que hacía era mirar su móvil.
-Podrías dedicarte a buscar cosas en vez de chatear por el móvil, ¿no te parece? -Le di con un taco de folios que tenía en la mano para llamar su atención.
-Es que me han pedido unas chicas si podía salir hoy con ellas -me respondió, a lo que yo ya estaba que echaba fuego por las orejas.
-Disculpa pero hoy has quedado CONMIGO para hacer el trabajo, no para tus citas tontas -remarqué la palabra más importante de la oración.
-Eso ha sonado a cita -Dijo Kise con una sonrisa pícara en su rostro.
-Querido, si escucharas el pedo de una mosca seguro que escucharías la palabra "cita" -dijo tan normal, pero parecía que Kise no lo había pillado.
-No sé si lo dices porque estoy salido o porque sería una mierda de cita -Levantó una de sus cejas al hablar.
-Tché rubita -finalicé la conversación.
Después de haber pasado como cuatro horas en el mismo sitio, finalmente acabemos el trabajo entero, aunque nos dimos cuenta que teníamos dos semanas para acabarlo. Justamente cuando acabemos el trabajo, el móvil de Kise sonó, era Aomine que nos había invitado a ir al cine a ver una película junto a todo el grupo de chicos y chicas.
Kise aprovechó para despedirse y decir que me vendría a buscar, pero que necesitaba ir bien vestido para la ocasión. Yo aproveché para duchar y ponerme un falda negra con una camiseta blanca y pañuelo negro al cuello, junto a unas bailarinas negras.
Me quedé esperando a Kise hasta que finalmente tocó la puerta, al abrir vi como llevaba una camisa blanca con vaqueros y una especie de chaqueta militar.
-¿Te gusta cómo voy? -me dijo él todo presumido.
-Sí, falta que me invites a café y te pongas las gafa pasta -dije sin apenas mirarle cuando cerraba la puerta.
Pasemos todo el camino sin decir palabra, hasta que lleguemos al centro comercial y a la sección del cine, pero cuando nos dimos cuenta de que los chicos nos estaban mirando con caras raras ya era demasiado tarde, no nos dimos cuenta que veníamos agarrados de la mano.
-Me estaba apoyando en él, me había caído por el camino -me excusé aunque Aomine parecía que iba a matar a Kise con la mirada.
Justo antes de entrar en el cine, Aomine me agarró del brazo porque quería que estuviese cerca de él y acabé sentada entre Aomine y Murasakibara y con Kise detrás, una escena que no olvidaré nunca.
-Ey Aomine, ¿a qué película nos has traído? -habló el pelirrojo de Akashi.
-Se llama 50 noches, dicen que está muy bien la película -respondió Aomine con normalidad.
-¿50 noches? ¿De qué me suena a mí eso? -dije en voz alta, a lo que parecía que Kuroko me escuchó.
-Va de una chica que conoce a un millonario y ambos tienen sexo masoquista, agárrense a sus asientos -dijo Kuroko con toda normalidad.
Intentemos salirnos todo de la sala de cine pero ya era muy tarde, apagaron las luces. Por suerte podíamos matar a Aomine sin que nadie se diese cuenta.
Creo que fue una de las peores experiencias de mi vida, todos los chicos miraban al frente sin intentar pensar en la película y más de uno se fue al baño por que no aguantaba más estar allí.
Al salir del cine todo se convirtió en un espectáculo, o eso quería creer.
-¿Por qué tuvimos que ver esa película? -dijo Midorima con los ojos en blanco, creíamos que llevaba media hora muerto.
-Ya sé porque mis padres guardan látigos en casa... -dijo Akashi asustado, en eso que todos lo miremos cuando pronunció esas palabras, pero no queríamos saber más.
-Las cosas tan sucias que le hacían a la comida... -dijo el gran Murasakibara, intentando comer una bolsa de patatas, pero le era imposible.
-Pues a mí me ha gustado -interrumpió Aomine, a lo que todos le miramos con horror- Vamos Angy, voy a comprarte una esposas.
-Pero tú a mí no me toques locoooooo -dije mientras me apartaba de él.
-Tienes razón, yo le voy a comprar un buen traje de Maid -dijo Kise detrás de mí.
-¡Iros al Infierno estáis como cabras! -dije para salir corriendo del lugar, a lo que ambos chicos me persiguieron.
-¡No huyas Angy! -dijeron los dos a la vez, mientras los chicos se iban llendo a sus casas, aun asustados.
-Kuroko, yo quiero probar esas cosas contigo -dijo la chica peli rosa sin cortarse.
-Em... Tengo cita con mi peluquero -dijo el peli celeste.
-Pero si son las 12:00 a.m Kuroko -dijo Momoi.
-Por eso... Jeje... Hasta mañana Momoi.
No supimos de Kuroko hasta pasar unos días después.
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Kuroko no Basket - Las damas primero [Kise Ryouta x Oc]
RomanceAngy Gregor es una chica nueva en el instituto Seirin, pelo anaranjado, ojos marrones y campeona regional en baile moderno. Kise Ryouta es un atractivo modelo, rubio y de ojos marrones, además de destacar por sus logros en el baloncesto. Kise está...