Siete pecados

Soberbia

Una historia inspirada en los personajes de Rumiko Takahashi.

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Fantasy Fics Estudios & Chaotic Team presentan:

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Soberbia

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Cada día llevo con orgullo esta pesada carga, sin retroceder sin dudar y sin bajar la frente. Es una responsabilidad que solo yo puedo llevar.

Al principio ni siquiera sabía que soportaba un gran peso en mis hombros, pero no pueden culparme. ¿Acaso sabe la humilde oruga que en algún momento de su vida florecerá en una hermosa mariposa? En un principio solo trataba de llenar el gran vacío que dejó mamá al partir. Cada día era esforzarme en labores domésticas en las que mi familia agradecía poco y ayudaba aún menos.

Una ardua tarea que pareciera no tener final o futuro. Pero yo era sin saberlo como la oruga que teje pacientemente su capullo capa tras capa.

Y un día sin darme cuenta mi capullo empezó a romperse. Cuando comencé a escuchar los comentarios de las personas a mi alrededor.

Ella siendo tan joven lleva perfectamente las riendas de su hogar.

"Oh"

Es dulce y amable con todo el mundo.

"Oh"

Siempre con una dulce sonrisa en el rostro.

"Oh, dios"

Una excelente cocinera.

"Oh, dios"

Se ha convertido en una hermosa mujer.

"Oh, dios"

Tan madura y responsable.

"Oh, dios"

Es tan diferente a sus hermanas menores: una es una niña tan vulgar, siempre corriendo tras el dinero y la otra es un marimacho sin clase que se dedica a golpear a sus compañeros de escuela...

"¿Nani?"

Si tan solo siguieran un poco el ejemplo de su hermana mayor...

"No es bueno hablar mal de otras personas, pero creo que mis hermanas podrían ser un poco más como yo."

Kasumi es el ideal de mujer al que todos deben llegar...ella es simplemente perfecta.

"ooooohhhh diiiiioooossss miiiiiioooo"

Escuchar tantas dulzuras fue maravilloso, al comienzo me hizo muy feliz que las personas notasen todos mis desvelos y esfuerzos. Una labor sin pausa para mantener mi hogar y a mí misma en la mejor forma posible. En casa apenas se reconocía mi esfuerzo, pero fuera construí una hermosa imagen. Pero: ¿Era yo tan perfecta? Con el paso del tiempo me esforcé para estar a la altura de sus palabras, yo quería, ¡no! Yo necesitaba de sus elogios para ser mejor.

No quise creer todo lo que se decía sobre mí hasta confirmarlo por mí misma, así que una mañana antes de iniciar mis labores diarias me coloqué frente al espejo para hacer una evaluación justa de mis méritos.

Solo vistiendo mi ropa interior contemplé con calma mi figura. Las sencillas cremas y jabones que uso mantienen mi piel fresca y tersa, ni un vello, fuera de lugar, mi cabello brillaba de modo natural. Una bonita sonrisa ayudada por una dentadura blanca y perfecta. Un poco de ejercicio mantiene mi figura en perfectas condiciones ¡Ni un solo gramo de grasa! ¡Todo en su lugar y en la proporción correcta! Sin padecer los brutales ejercicios que Akane hace tengo mejor figura que ella. Complacida con mis observaciones continué con mi auto examen.