𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐄𝐃𝐃𝐈𝐒𝐇

𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝑿𝑰𝑽

Maratón 2/2

     La joven se encontraba despierta, observando aquella luz natural que entraba por sus poros, dándole calor a su rostro y su cuerpo, la brisa fresca de aquel pantano a su lado hacia una combinación perfecta.
Se encontraba apoyada en uno de los troncos que sostenía el muelle, delante de ella se encontraba su amigo durmiendo con su cabeza apoyada en unas bolsas que por lo que se veía eran cómodas.

Luego de haber hecho la pequeña despedida del padre de John b, este no paraba de llorar, era difícil, y lo entendía, también había pasado por eso, y no iba a hablar hasta que el lo haga primero.
La noche fue dura, luego de enterarse lo que Ward hacia hecho, todo era muy borroso, los recuerdos del hombre eran borrosos, la noche anterior fue un caos, Ward apuntándole con el arma cuando ella entró a la casa, como le hablaba, no era el mismo.

Se encontraba observando a John quien poco a poco se el colaban los pequeños rayos de sol en sus ojos. Se levanta observando todo a su lado para luego encontrarse con la joven que lo miraba con una sonrisa y su cabeza de lado.

—¿Qué haces aquí?
El joven se pasa su mano por su cabello acomodandolo y que no moleste al ver a su alrededor.
La sonrisa de la joven se esfuma para mirarlo mal, estuvo toda la noche despierta cuidándolo como para que el chico le responda una estupidez como esa.

—hola Lennah, ¿Como estas?¿Como dormiste?
La joven habla con algo de ironía obsrrvando como el joven aún tenía sus ojos algo achinados del sueño.
—hola John, no, no dormir por estar toda la noche cuidándote como una buena amiga
Aquellas últimas dos palabras fueron en las cuales alzó su voz, el chico Ante esa oración miraba a un lado secándose una de las lagrimas pasajeras que había caído por su mejilla izquierda.

—¿Por qué no volviste a tu casa?
El joven aún no la observaba, ella miró hacia el suelo, sintiendo la tristeza que el sentía, y sabiendo que en algo como esto uno quiere estar solo.

—por qué soy tu amiga y voy a estar aquí siempre
La joven apoya sus codos en sus rodillas para sostener con sus manos su mentón observándolo
—se lo que es perden a un familiar John, y lo que menos debes hacer en un momento así es quedarte solo, creeme lo digo por experiencia
El joven se levanta observando el pantano, no miraba a la chica de ninguna manera, pero ella sabía que el entendía, se acerca a ella para depositar un beso en su frente, ambos cerrando los ojos en el transcurso.