Bella mujer

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Llevaba 2 años como detective, jamas me había dedicado completamente a algo, pero esto era ese algo que yo quería hacer.

-¡Sayart!- Gritó mi jefe como siempre lo hace mientras golpeaba mi espalda con burla

Siempre fui el favorito, claro desde que llegué,pero no quería serlo, mucho menos quería satisfacer a alguien, lo hacia por mi, lo hacia por Aidan.

-Sayart, ¿Qué haces en la oficina muchacho? eres joven ¿Porqué no sales a dar la vuelta? a divertirte yo que sé, la noche es larga y es mas larga para alguien joven como tu, la ciudad es tuya-

-¿Esta invitándome a cenar señor? porque no tengo novia pero tampoco soy ese tipo de hombre...-

- jajajaja tan cómico como siempre Sayart, que buen sentido del humor. Pero vayamos al grano llevas tiempo aquí y no has tomado ni un solo día de descanso. ¿ Sabes lo que me haría el sindicato si se entera? tienes que tomar un tiempo libre y es una orden-

- ¿Me esta despidiendo?-

-Descanso muchacho, des-canso. Jamás me desharía del mejor. Vamos toma tus cosas, no te quiero ver aquí durante un buen rato, será todo pagado, te lo mereces-

Tome mis cosas y me retiré, no eran más que mi chaqueta, mis gafas y lleve una carpeta llena de casos sin resolver, obviamente no me quedaría quieto.

Llegue a mi departamento, décimo piso del edificio con vista a la ciudad. Mi departamento es iluminado y me es fácil ver cualquier cosa fuera de su lugar detesto el desorden Tire mis cosas sobre el sofá, para regresar a acomodar todo; tome una ducha y continué trabajando con los demás casos, tomando una taza de café, una tras otra y fumando un cigarrillo, uno tras otro. Pero nada era igual, sabia que no podía hacer mucho en esos casos cuando no tienes el permiso de trabajar en ellos. Es muy fácil meterse en problemas cuando haces cosas de las cuales no tienes la orden.

2 a.m. sin nada que hacer, y olvide pagar la factura del cable. Tal vez una salida no era tan mala, después de todo esta ciudad no duerme.

Subí a mi auto, la verdad tenia razón había mucha gente despierta aun, las discos y los bares estaban repletos. Me gusta beber pero no me gusta la gente. Después de media hora por fin había encontrado un bar, no estaba totalmente solo pero por lo menos podías caminar fácilmente a la barra.

- Un whisky en las rocas por favor-

Tome mi vaso y no tarde ni un segundo en notar que el vaso estaba sucio, saque mi pañuelo y lo limpie antes de dar un sorbo.

- Un whisky, usando una gabardina y limpiando el vaso antes de sorber. Las características perfectas que describen a una persona solitaria- decía una persona que se sentó a un lado mio, no iba ahí a platicar así que solo asentí con mi cabeza y seguí bebiendo mientras recargaba mis brazos en la barra.

-De seguro ahora mismo estas pensado que no vienes a platicar, solo vienes a beber un poco. y tu casa, no... tu departamento esta libre de cualquier suciedad y esa gabardina solo oculta tu ropa que no es difícil de distinguir; un traje o tal vez una guayabera muy formal para venir a un bar como este-

una inevitable sonrisa salio de mi, ladee mis labios y mire mi vaso mientras lo meneaba y miraba nadar los hielos.

- ¿y sabes todo eso por verme beber mi whisky?, supongo que no tienes nada que hacer, que eres igual de solitaria y vienes a observar a la gente-

-Creo que es todo de ti, estas tan serio que llamas mas la atención que esa chica con mini falda de la esquina. Pero mejor continuemos. Tu departamento es lujoso, pero aun así debe haber algo malo en él para hacerte venir hasta este lugar y de seguro tardaste en encontrar el bar mas solo de la ciudad tal vez intentas estar en un ambiente solitario porque le temes a la gente o tal vez temes que tu cama se quede tendida esta noche, pero te da vergüenza invitarme un trago y llevarme a ella aun cuando llevo mas de tres minutos hablándote con mi seductor tono sarcástico -

El detective ama a SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora