Sasusaku One-shots

Leyenda

Música en la multimedia

Era una preciosa mañana en la Aldea de la Hoja, eran mediados de Julio, hacía calor
y hoy no era una excepción,
32°C, ni más,ni menos.
El sol brillaba en un cielo despejado, y azul celeste.

Cierta pelirrosa caminaba por una pradera mientras las mariposas y el sonido de las cigarras le acompañaban en por aquel lugar lleno de flores.
Llevaba una cesta en una mano tapada por una tela a cuadros rojos y blancos.
Una pamela blanca adornaba su cabeza, traía puesto un vestido blanco de tirantes sencillo por la rodilla, unas espartanas blancas también con florecillas en rosa palo.
Iba tarareando una melodía, se la veía bastante feliz.

—Kya! Sasuke-kun vuelve hoy al mediodía... Espero que le guste lo que preparé para él...

Tal como decía, Sasuke llevaba de misión 2 semanas,
el País del Viento estaba más cerca de lo que parecía.
Cuando le dijeron que él debía partir de misión, ella volvía justamente de otra misión de 3 semanas. Llevaban mas de 1 mes sin verse, de verdad lo extañaba. Tocó su colgante, aquel que le regaló el día que se declararon su amor, contenía el símbolo del clan Uchiha, era algo muy preciado para ella.

Siguió caminando hasta llegar  a un sitio que le llamó la atención:
Había un río, con un árbol a cada lado, paralelos, el río era de un color turquesa muy brillante, y la hierba era mas húmeda.

—Que curioso... ¡Decidido! Comeremos aquí.— Dijo toda emocionada mientras dejaba la cesta en el suelo y comenzaba a colocar el mantel bajo el árbol derecho para luego sentarse en él.

Sacó un libro de la cesta y comenzó a leer esperando al halcón de Sasuke.

“La piedra de Ahtelomia"

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo en las zonas celestiales, El dios Luna y La diosa de las Estrellas se enamoraron, perdidamente el uno del otro.
Pero su amor era imposible, las estrellas pertenecían a la luz, al brillo... Y la luna la oscuridad, la noche ...
Cada amanecer y cada atardecer la diosa Estrella observaba al dios Luna unos instantes, los cuales bastaron para ver su soledad, estaba solo en la oscuridad.
Ella tenía la compañía del dios Sol, su amigo incondicional.
Al cual le rogó incesantemente el poder acompañar al dios Luna en su soledad, pues él ya tenía a la diosa Nube a su lado
y a pesar de que su amigo no tenía ningún problema, la diosa Estrella debía dejar algo con lo que el dios Sol pudiera comunicarse con ella y ver sus recuerdos.
Ella dejó a cambio la mayoría de su preciado cabello, que representaba las constelaciones, partiéndolo en estrellas fugaces, las cuales formaron una perla, ellas se encargarían de transmitir los mensajes y la perla representaría los recuerdos.