Mañana me iba de aquí, sabía que no podía esconder este secreto durante mucho tiempo y de alguna forma tenía que decirlo, por eso decidí llamar a Emi.
-Oye Emi ¿Estás con Lucía?
-No, ¿Por qué?
-Bueno pues avísale y venirse a mi casa anda, que mañana me voy y quiero despedirme.
-Vale, luego vamos.
*Tocan a la puerta*
-Holaa Ari.
-Hola nenas, vamos a mi cuarto, que no es plan de que mi madre se entere de todo- dije riéndome.
*Llegamos a la habitación*
-Oye chicas, antes de irme tenía que deciros una cosa.
-Venga Ari, si es que te gusta Mario ya lo sabíamos- Dijo Emi.
-Y dale, que no tío, no me gusta Mario.
-Venga suelta- Dijo Lucía.
-Que creo que me gusto un chico.
-¿Y bien.. qué chico es?- Dijeron a la vez.
-Lo conocéis, es de mi clase, bueno a ver Emi a ti no quería decírtelo por si a caso.
-Dilo.
-Ángel.
-Ai madre, no puede ser verdad ¿Es en serio tía?- Dijo Emily.
-Tío si, no empecéis, ya sé que es feo y bla bla, pero no sé que me pasa.
-Oh, que se pone empalagosa- Dijo Lucía riendo.
-No le veo la gracia, quería saber si a ti te gustaba Emily.
-No me gusta, lo que sentí fue pasado tranquila.
-¿Lo juras?
-Lo juro.
-Y tío como que te gusta ese ¿No había más tíos?- Dijo a carcajadas Lucía.
-Ya veo que te meas, no, no había otro, ya sabes como son mis gustos.
-¿Y por qué no nos lo dijiste antes?- Dijo Emily.
-No sé, no estaba segura de lo que sentía.
-Joder tía cada vez flipo más contigo, lo de Mario me dejo a dos velas, pero esto.. ¿Qué será lo siguiente?- Siguió diciendo Lucía.
- Y dale con Mario, que no me gusta, ya ves que me gusta Ángel, aunque yo también flipo con migo misma.
-Pues tía, ahora aprovecho y le digo que te hable, así me libro de él ¿vale?- Dijo Emily.
-No tía, que corte, que me hable él si quiere.
-No, ya verás que te va a hablar.
-Pues mira Ari eso que te llevas- Dijo Lucía.
En aquel momento un mensaje llegó a mi móvil, no quería abrirlo porque sabía de quien se trataba, pero lo hice. En esos momentos en mi móvil aparecía con el nombre de Ángel a secas. La verdad es que siempre había sido un compañero de clase y nunca llegué a imaginar lo que me estaba pasando ahora con él, pero le quería y no sabía el por qué.
*-Hola Ariadna.
*-Hola Ángel.
La verdad que al principio las conversaciones no fueron las mejores, quizás porque me tenía que hablar obligado, pero en esos momentos era la más feliz del mundo.
-Oye, ahora que estáis hablando, no cortes el rollo y sigue la conversación que te conozco- Dijo Emi.
-Y ¿cómo tía? Si prácticamente es la primera vez que hablamos en tres años.
-Pues pregúntale cosas sobre él- Dijo Lucía.
-Oh Lucía, parece que has dicho algo coherente en lo que llevamos de tarde- Dije guiñándole un ojo.
-Gracias- Dijo con ironía.
-Mira Ari, cuando vuelvas de vacaciones, te vamos a ayudar a quedar con él y todo eso ¿vale?- Dijo Emi.
-Joder, no debí haber dicho nada.
-Calla ya, que estás deseando- Dijo Lucía.
Pasamos toda la tarde juntas, sería nuestra última tarde antes de que me fuera, al menos me iba tranquila porque acababa de confesar lo que sentía de una vez, pero por otra parte me sentía mal por haberlo contado, ya que había tenido anteriormente experiencias no muy agradables, pero decidí arriesgarme aunque todo saliese mal.
-Bueno, nosotras nos vamos ya, que nuestras madres no están llamando, que tengas buen viaje Ari y cuídate por allí.
-Oye, y ya sabes lo que pienso sobre los amores de verano, luego lo pasas mal- dijo Emi.
-Vale, vale, en estos momentos lo último que quiero es un amor de verano. Me gusta Ángel ¿vale?
-Ostia es verdad, se me olvidaba, es que tía se me hace raro pensar que te gusta ese- Dijo Lucía.
-A mí también, pero es lo que hay.
Me despedí de ellas con un abrazo, mi punto fuerte no eran los abrazos, pero lo intentaba, iba a estar dos semanas sin verlas y para mí sería una eternidad.