La chica del graffiti

El encuentro

Las fotografías son el mejor invento del mundo, logras capturar momentos únicos de tu vida que podras revivirlos con tan solo ver el papel. El maestro Hollow nos dejo un proyecto para el fin de semestre, consistía en que crearamos nuestra propia galería de fotos, capturadas por nosotros mismos. En mi mente divagaban las obras de Sydney, me las imagino cada una de ellas enmarcadas, con gente a su alrededor admirándolas, preguntándose quién las había creado. Tenía tres opciones, la primera era armarme de valor e ir a hablar con ella, conocerla un poco y converncerla de exponer sus obras al público. La segunda ir al edificio, fotografiar cada obra y exponerlas sin que ella supiera. Y la última resignarme a mi cobardía y buscar otra cosa para exponer.

Caminando por el pasillo junto a Ian, pensaba cual podría ser la reacción de Sydney si supiera que sus obras han sido expuestas sin su consentimiento, ¿me mataría? ¿me demandaría?, muchas preguntas y algunas respuestas recorrieron mi mente, sin percatarme de ver mi camino choqué contra alguien haciendo que cayera al suelo. Al levantar la vista me congele, mi mente estaba procesando aún lo que estaba sucediendo, todo a mi alrededor por un momento se congeló, los susurros de los estudiantes cesaron, nada se encontraba a mi alrededor, era como si todo se hubiera esfumado dejandónos solo a mi y a ella, sus ojos con los míos, conectados, unidos, fusionandose hasta lo mas profundo de nuestro ser.
Poco a poco los ruidos fueron llenando mis oídos de nuevo, mi mente ya había pocesado lo suficiente para decirme que era un estúpido y que tenía que reaccionar, porque la chica era ella, la chica graffiti, Sydney.
Rápidamente extendí mi mano y agarré la suya ayudándola para ponerse de pie nuevamente, su contacto fue único, mágico, envió miles de escalofríos por todo mi cuerpo. La vi a los ojos por un momento, "Lo siento" mascullé "Fue mi culpa, no me encontraba concentrado en mi camino" Diablos! Me encontraba hablando con ella,
Mierda
Joder
Si!
Entablaba una conversación con Sydney.
"No te preocupes, yo tampoco iba viendo mi camino, pero gracias pot ayudarme y no dejarme tirada". Una pequeña sonrisa se asomó en su cara ante su comentario. No pude evitar sonreír y responder "Jamás lo haría" al instante me arrepentí de mi jodido comentario, no tuve que haberlo dicho, un simple "No te preocupes" hubiera estado correcto, pero no ahí viene mi boca testaruda y lo arruina todo.
Sus ojos se movieron rápidamente hacia el suelo, se volvió exclamando un susurro de "Gracias, nuevamente" y salió de allí, sin decir nada mas, dejandóme solo y aturdido por lo que acababa de suceder.

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