dos

190 8 8
                                    

La vibración del móvil me obliga a abrir los ojos.
"Manuel mrn: Ratita
¿Hoy nos vemos?" 11:08
"Yo: Sííí" 11:10
"Manuel mrn: Llama a Mer y nos vemos a las seis en la plaza." 11:11
"Yo: Perfecto" 11:11

Me meto en el chat de Mer y quedo con ella a las cinco. Una vez fuera de la cama, me ducho y me visto con una camiseta ancha, un pantalón de chándal y las zapatillas de deporte, para acto seguido salir a correr como todas las mañanas. Bueno miento, como todas en las que me acuerdo.
Me pongo el cuenta pasos y callejeo por el pueblo.
- ¡Niña!- Escucho que alguien me grita.
Me giro sin dejar de correr y freno en seco cuando veo quien es.
- ¡Dani!
Doy media vuelta y me dirijo hacia él tirandome encima suyo.
- Cuanto te he echado de menos.- Él afloja su agarre y yo vuelvo al suelo.- ¿Qué tal?
- Muy bien, ¿has visto ya al resto?
- Me faltan Manuel y Candela. Pero a Manu le veo hoy. Hemos quedado esta tarde con Mer, ¿vienes?
- Tengo que estudiar.- Y entonces una mueca adorna su rostro.
- Va Dani...
- No puedo.
- Por favor.
Tarda un rato en contestarme pero al final accede.
Doy un pequeño saltito y le abrazo.
- A las seis y cuarto en la plaza.
Me sonríe y vuelvo a correr.
Cuando tengo los dos mil pasos hechos vuelvo a casa por el camino corto.
Entro en la ducha de nuevo y al salir tengo tres llamadas perdidas, pero cuando voy a mirar el remitente me llega un mensaje.
"Jesús Ovi: ¿Qué hacés esta noche?" 13:17
"Yo: Supongo que estaré con Mer." 13:19
"Jesús Ovi: Bueno.
¿Tengo que ir a por ti? 13:19
"Yo: No, pero acabarás viniendo" 13:19
"Jesús Ovi: Cuando tengas que volver me avisas." 13:20
Me acerco al cuarto de mi hermano y llamo a la puerta.
Entro al no escuchar ningún tipo de respuesta por su parte y me lo encuentro tumbado en amplio alféizar de la ventana con la música a tope.
Me acerco a él y aparto uno de los auriculares para que me escuche.
- ¿Vienes esta tarde a la plaza?

****
A las cinco menos diez salgo de casa acompañada por mi hermano, que tarda bien poco en sacar un cigarro y llevárselo a la boca. En cuanto lo enciende y pega la primera calada no puedo evitar hacer una mueca de asco.
- No entiendo por qué fumas.
- Te lo he explicado mil veces.
- Hace mucho que lo dejaste con Andrea, el estrés ya quedo atrás.
- Me he enganchado.
- Voy a comprarte un cigarrillo electrónico de esos. El día que te de algo por fumar...
- ... Estarás ahí solo para poder decirme "ya te lo dije". Me parece estupendo Chloe, deja el tema ya.
Caminamos sin hablar el resto del trayecto.
Cuando llegamos a casa de Mer, esta esta esperando apoyada en la puerta, mirando el móvil.
Mi hermano sonríe y se acerca a ella sin hacer ruido, una vez en frente finge toser para llamar la atención de esta y lo consigue. Mi hermano lleva enamorado de mi amiga desde niños, pero eso no le ha impedido estar con media Valencia durante estos seis años.
- Hola.- Le dice ella y yo río ante sus mejillas sonrojadas, pero vuelven a su color natural en milésimas de segundo.
- Hola.- Contesta mi hermano.
Mer se pone de puntillas y le besa la mejilla, lo que provoca que Ismael sonría aún más.
Me acerco a mi amiga y le agarro del brazo para ir caminando hacia la plaza.
- Tú no pierdes el tiempo.- Digo riendo.
- Eres tú quien le ha traído.- Me contesta, y entonces ríe ella.
Mi hermano, el que por suerte o por desgracia, se ha convertido en un mujeriego en toda regla se acerca y agarra a Mer por la cintura.
Una vez llegamos, después de quince minutos viendo como se susurraban chorradas al oído, nos sentamos los tres en un banco y mi amiga se
sorprende al ver sacar a mi hermano otro cigarrillo y posarlo en sus labios, pero no parece disgustarle. Es más, después de que este pegue su primera calada ella acerca la mano al cigarro y arrebatandoselo, se lo lleva a la boca.
Miro la escena y el disgusto se hace notar en mi, me levanto y camino hacia la fuente solo para no tener que estar ahí mucho más rato.
Llamo a Dani para que venga un rato antes y este accede.
Después de beber agua vuelvo al banco. Por lo menos entre los dos se han acabado ya el cigarrillo.
Me siento a su lado y de vez en cuando presto atención a lo que dicen.
"Yo: ¿Llegas?" 18:04
"Dani Pueblo: Dame cinco minutos" 18:05
Camino hacia la calle por la que sé que aparecerá Dani y al llegar allí le veo a pocos metros.
Le sonrió y me acerco a él.
- Hola.- Dice.
- Menos mal que has llegado.
Y señalo en dirección a Mer e Ismael, para aclararle las ideas.
- Oh, ¿enserio?
- Sí. Oye.
- Dime.
- ¿Tú hermano ya no se junta con Manuel y el resto?
- Se separó del grupo hace unos años.
- ¿No tienen nada de relación?
- Cero.
- ¿Y con quién va ahora?
- No sé.
Llegamos al banco y deja el tema con la escusa de que tiene que saludar a mi hermano.
Diez minutos después Manuel aparece en la plaza y salgo corriendo hacia él. Le abrazo y él me levanta. Cuando me vuelve a bajar al suelo le miro fijamente.
- Pero que guapo estás.
El ríe en respuesta y me levanta en volandas y entonces empieza a correr hacia el banco. Cierro los ojos con la sensación de que caeremos en cualquier momento.
Cuando me deja de nuevo en el suelo le doy un leve golpe en el hombro y él ríe. Saluda a mi hermano aun que nunca han tenido mucha relación y se sienta en el banco. Yo me siento en el suelo al lado de Dani y pasamos la tarde recordando todas aquellas noches de agosto en esta misma plaza.
****
- Chloe cariño, ya va siendo hora de que vuelvas a casa o se te hará tarde.- Me dice Isabel asomándose a la habitación.
- Oh, claro.
Me despido de Mer y de su madre y salgo de la casa mientras saco el móvil del bolsillo.
"Yo: ¿Vienes?" 00:58
"Jesús Ovi: Fi
Sí**" 00:59

Me siento en el bordillo y le espero. La verdad es que si ya no va con el grupo y las vueltas a casa por la noche son mi única oportunidad de verle, por mí que me acompañe todos los días, tampoco quiero perder la relación con él.
Media hora de reloj hasta que le veo cruzar la esquina. Conforme se va acercando me planteo en si levantarme o no. Al final me levanto por impulso al ver que Jesús hace aman de cruzar sin importarle el coche que circula por ese tramo de carretera.
- ¡Cuidado!- Grito.
El coche pita y Jesús da un paso atrás.
Cuando el vehículo desaparece cruzó yo hacía él.
- ¿Eres tonto o qué te pasa? Podría haberte pasado por encima.
- Cállate joder.
Le miro atónita y le doy un puñetazo en el brazo.
- ¡Chloe!- Me grita, pero cuando va a dar un paso hacia mí se tambalea.
- ¿Has bebido?
- No.
Me acerco a él y le agarro de la mandíbula.
- Abre la boca.
El niega bruscamente y yo le agarro más fuerte.
Entonces la abre y me llega un fuerte olor a ron.
- Que no dice... ¿Por qué razón bebes un lunes por la noche?
- No sé contestar a eso.
- Así porque sí.
- Sí.
- Vamonos por favor.
Los dos caminamos sin cruzar palabra, algo que ya se hace normal entre nosotros.
- ¿Estas enfadada?- Habla, para mi sorpresa.
- No.
- Mentira. Desenfadate.
Le miro con los ojos como platos y pienso en salir corriendo, pero al final opto por llevarle a casa ya que esta en la calle que queda paralela a esta.
Le agarro de la muñeca y le llevó a rastras hasta la puerta de su casa, le saco las llaves del bolsillo, abro y le meto dentro.
Las dejo en el mueble de la entrada y antes de que pueda decirme nada, salgo de allí.
Y vuelvo a ser yo, sola por las calles de este pueblo.

"Mer en multimedia"

changes | canceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora