Un día mas casi concluido en la librería, acomodando libros y tomando un poco de café.
Me he quejado muchísimas veces del porque tengo que trabajar, pero cuando llego a la librería, dejo de hacerme ese tipo de preguntas, porque, aunque este sea un trabajo temporal, me gusta demasiado.
Estar entre estantes de libros gigantes y lectura que vale la pena, llena cualquier espacio vacío en mí. Creo que he encontrado mi lugar feliz.Estaba centrada terminando de leer "Alicia en el país de las maravillas" por tercera vez en la semana, cuando de repente una señora alta, delagada, de pelo negro y corto, de piel canela entro a la librería y se acercó dudosa a mi.
--Hola, buenas tardes. ¿Eres la encargada aquí?.
Preguntó con amabilidad.
--Así es, ¿En que puedo servirle?.
--Estoy buscando un buen libro, ¿Cuál me recomiendas?.
--Si no es mucha indiscreción, ¿Es el libro para usted?.
--Oh no, a esta edad ya no tengo tiempo de leer.- soltó la mujer con una risilla. --Es para mi hijo, tiene dieciocho y en unos días será su cumpleaños. Verás, él es inmaduro a veces, actúa como si tuviera 14 años aún.
--La comprendo, con frecuencia, los chicos suelen comportarse así.
--Si, supongo que a muchos les sucede. Entonces, ¿Qué libro crees que sea el indicado para él?.
--De acuerdo a como lo ha descrito, creo que su hijo es de las personas que leen más comics que libros.
--Oh no, no lo es. Quizá lo aparente pero a él realmente le gustan los libros de verdad.
--Entonces, platiqueme más sobre él, así le daré el libro indicado.
Sin preámbulos, la señora observó la librería buscando un lugar para sentarse, cuando finalmente encontró un lugar de su agrado y se sentó ahí. Después de acomodarse plácidamente en el lugar elegido, la señora me miró, indicando que me sentara a su lado para continuar nuestra plática.
--¿Cuál es tú nombre?
--Abby.-- Sonreí --¿Cuál es el suyo?.-
--Joy.
--Ese es un lindo nombre, Joy.
--Gracias Abby, el tuyo también lo es.
Sin más, empezó a describir a su hijo, con una cara de madre orgullosa que no cabía en ella siquiera.
--El es alto, de pelo negro, ojos cafes, achinados, muy bonitos, facciones gruesas pero igualmente bonitas, tiene una sonrisa preciosa, lo bonito de sus ojos se nota más cuando se le achican al reír... Y esas arruguitas que se le hacen cuando está teniendo demasiada risa y...
Sabía que Joy estaba desviando completamente la plática, pues yo no quería saber como era su hijo físicamente, no puedes recomendar un libro a una persona de la cual únicamente tienes referencias físicas, pero al momento en el que iba a decirle que no era eso a lo que me refería, ella seguía sonriendo, diciendo cosas como lo bien parecido que su hijo era, así que la deje continuar, de todos modos, estaba a una hora de cerrar.
Después de que pasaron 20 minutos de plática, pareció que Joy se dio cuenta de que estaba describiendo físicamente a su hijo, así que carraspeo y describió a su hijo, dandome a saber que tenía un gusto musical, parecido al mío, en lo que hablaba, descubrí que teníamos mínimo dos bandas en común.
Bien ahí, hijo de Joy.
Cuando Joy hizo una pausa un poco larga y eventualmente sonrió, me decidí por hablar un poco.
--Debes realmente amar a tu hijo, Joy. En lo que hemos estado aquí llevas diciendo nada más que maravillas de él. Él en serio debe ser fantástico.
--Es un buen muchacho.
Joy sonrió y no pude evitar devolverle otra sonrisa. Joy era muy amigable.
--Bueno, ahora que sabes como es mi hijo, ¿Qué libro seria correcto para él?. Creo que te he dado demasiada información, espero no haberte aburrido.
--Claro que no Joy, al contrario, necesitaba alguien aquí que me distrajera de lo cotidiano, la mayoría de las veces la gente ya sabe que es lo se viene a buscar, entonces se van rápidamente. Diré que definitivamente tu hijo tiene que leer "Alicia en el país de las maravillas". Estoy segura de que a él le va a encantar, este libro te deja mucho que pensar.
--¿De verdad crees que le gustará?
--Joy, confía en mi, estoy más que segura que lo amará, yo lo hice. Y si no le gusta, entonces dile que me pase a visitar aquí, para hacerlo entrar en razón. No hay persona que se resista a la buena literatura y creeme, ese libro si que lo es.
--De acuerdo querida, entonces lo llevaré.
--Dame un momento para traerlo, estaré aquí cuando menos te lo esperes.
Sonreí.
Le entregué a Joy el libro y ella parecía bastante satisfecha al igual que yo, estoy segura que su hijo va a querer leer ese libro tantas veces como pueda.
--Nos vemos querida, espero que sea pronto.
Me abrazó y besó mi mejilla, cosa que me tomó bastante asimilar, fue inesperado.
Me limité a sonreirle.
--Hasta luego, Joy.
Ahora que lo recuerdo, ella no me dijo el nombre de su hijo, supongo que no lo sintió necesario.
Después de terminar de ordenar un poco los libros que habían llegado, cerré para ir a casa, el día al fin había terminado y lo había hecho bien.
Había tenido una plática muy amena con Joy y yo realmente esperaba que ella regresara muy pronto a comprar más libros para su hijo. Había sido amable y a mi me había encantado recomendarle ese libro. Nuestra plática fue muy divertida y nunca había visto a una madre hablar de su hijo de lo más orgullosa como lo había hecho Joy.
--pimpimpim--
Lo siento, olvidé publicar el capitulo, pasaron maratón de scream en la televisión y nunca la había visto y pues ahí estaba.
Aún es domingo, right?
Enjoy, love and rockets<3.
-Key.
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DREAMS | C.H
Fanfiction- Hey, por cierto, ¿Qué fue lo que no te gustó del libro?- -Si me gustó.-