Teoría del caos.

Capítulo III

Fuera, en los jardines, todo transcurre con normalidad. Pues claro, ¿qué esperabas, Stiles? ¿Una puta fiesta porque eres un rarito que puede retroceder en el tiempo? Se burla de si mismo, caminando sin un rumbo fijo. Hay gente tumbada en el césped leyendo libros u oyendo música, gente con sus amigos, otros con el móvil, seguramente mandando mensajes, algunos están dibujando...

- Jackson Whittemore, preséntese en el despacho del director inmediatamente.

La megafonía. Mierda. Mil mierdas. Si al director se le ocurre decir que él se lo ha contado, estará en serios problemas. Un mensaje de Scott en el móvil vuelve a sacarlo de sus pensamientos. Al principio suspira sin muchas ganas de hablar con él ahora, pero luego piensa que quizá le venga bien distraerse con él. Es más, necesita alguien a quien contarle la locura de esa jornada.

Scottie, 16:15

Hey, Stiles, ¿podrías devolverme mi pendrive? Necesito cosas que tengo en él, y reutilizar su espacio, ya sabes.

¿Stiles?

Stiles, 16:22

Lo siento, no lo había visto. Día loco...

Scottie, 16:23

Vale, te esperaré en el aparcamiento.

Stiles, 16:23

Te veré pronto, voy a buscarlo a mi habitación.

Scottie, 16:24

Eso espero.

Genial, ahora tenía que ir a su habitación, recuperar el pendrive, volver a salir y encontrarse con Scott en el aparcamiento. Por el camino puede ver a Isaac en un lado de los jardines, sólo con su cámara y unos cuadernos, pero no es el momento de sociabilizar. Al llegar a la residencia ve a Lydia, Allison y Malia sentadas en las escaleras de entrada, impidiéndole el acceso a la puerta. Maldice internamente porque la residencia femenina no esté en un edificio aparte. Si, eso que hasta ahora le había parecido tan buena idea -siempre puede ver a alguna de las chicas en sus pijamas cortos por las mañanas, a pesar de que estén en alas distintas, y eso se agradece- ahora es una molestia, porque seguramente se metan con él. Y así es.

- Oh, mira, si es el inadaptado de Stiles Stilinski, obsesionado con los selfies -Se levanta para rodearlo con una sonrisa de superioridad-. Incluso Adrian... el profesor Harris, se enamora de tu mierda hipster. "¡El proceso Daguerriano, Señor!" -Le imita con una voz ridícula- Apenas puedes pronunciar tantas palabras seguidas.
- Debe estar hasta el culo de sus medicamentos -Se burla Malia, seguido de la risa de Allison y de Lydia volviendo a sentarse entre ambas.
- Ya que sabes todas las respuestas, busca otra manera de entrar a la residencia. Nosotras no vamos a movernos - Claro que no, Lydia, no vayas a sobreejercitar tu precioso culo levantándote para dejarme pasar. Mierda. Chasquea la lengua, molesto, pensando qué hacer- Oh, espera, mantén esa pose -Le saca una foto con el móvil, sonriendo después con malicia- No te preocupes, le pondré un filtro "vintage" antes de ponerla en Facebook. Ahora, vete un poco a la mierda con tus selfies.

Se maldice internamente, mordiéndose el labio inferior para no soltar una barbaridad. Realmente estuvo muy enamorado de ella y verla comportándose así con él sólo hace que se sienta más estúpido. Se aleja unos pasos mirando alrededor. Escalar la pared no es una opción, porque, Stiles, no eres el jodido Ezio Auditore. Es entonces cuando ve que la puerta del cuarto de mantenimiento está abierta y se le ocurre una idea. Procurando que el encargado del mantenimiento no lo vea, entra rápidamente y activa la bomba de agua, dirigiendo los aspersores hacia la escalera y empapándolas. Puede oír los grititos de las tres huyendo del agua.