CAPITULO IV: ¿Zayn?, ¿Mía?
Me apoye en la puerta cuando la cerré. Observe mi departamento con frustración.
Lo odio. La odio. Me odio.
Pero no lo entiendo, ¿Cómo es capaz de hacerme esto?, yo lo quise y él jugó conmigo. Ni siquiera me creo lo que me acaba de decir Sí, es cierto que el señor Sky me corrió de la academia, sí es cierto que fui la culpable de la muerta de mi hermana y madre, pero, ¿por eso tuene que restregármelo en la cara?, él sabía que tenía un pasado como eso, no con detalle, pero, ¿y para que le dicen sus padres esto?, se supone que venía hacer una nueva vida, no a arrastran mis fantasmas.
Seguí negando con la cabeza mientras recorría mi departamento. No era la gran cosa, con sofás de lona, una mesa redonda con cuatro sillas de fierro. Mi cocina consistía en un refrigerador de estatura chica, una estufa con cuatro quemadores, un fregadero, y unos estantes.
Me serví un poco de té y tome mis pastillas. Estaba siendo tratada de una enfermedad ansiosa-depresiva, y si no me tomaba esas pastillas, sufría ataques de ansiedad y los recuerdos del ataque regresaban a mí.
Mi departamento estaba, dentro de lo que cabe limpio, así que no tenía mucho que hacer, recogí una que otra cosa y lave la ropa que, pues tenía que ser lavada. Finalmente me armé de valor y observe al gato, él me había seguido durante toda mi rutina de limpieza, pero yo no lo volteaba a ver, maullaba y me arañaba la pierna, y yo nada mas no cedía.
-¿Qué quieres?- dije brusca, el animalito se sobresaltó un poco, pero después empezó a maullar otra vez.
Suspire, viendo ese gato, me di cuenta que él no tenía la culpa de lo poco hombre que es quien lo trajo, él necesita cuidados, está muy pequeño, necesita comida, agua, juguetes..., y... lo que muy pocas veces me dieron, necesita amor.
Salí a comprar las cosas de MI gato, todavía no le pongo nombre, pero mientras tanto necesito llevarlo al veterinario, que le haga una revisión y todo lo que hacen los veterinarios con los gatos.
Me había cambiado cuando salí, ahora llevo unos short desgastados de tela, una camisa desgastada y pintada, con unas sandalias. Con mi gato en brazos, entre al veterinario, me gire a observar nuestro alrededor y el me imito, después hable en voz alta dirigiéndome al gato, mi gato.
-Bien amigo, desde aquí empieza tu nueva vida conmigo.
Sé que no me entiende pero da igual. Le di mi gato al veterinario y espere afuera.
Cuando salgo con mi gato en brazos del veterinario, mi gato esta tenso, y me mira molesto. Yo solo lo ignoro y leo las instrucciones que me dio el veterinario para él. Tengo que decir que es la primera vez que tengo una mascota, el Señor Sky decía que solo eran una distracción.
Estaba tan absorta que no vi que choque con alguien hasta que mi trasero toco el suelo, claro que sin soltar mi gato, molesta veo a la persona causante de esto, y me encuentro con la rubia mejor amiga de mi jefa. Se está frotando el trasero, al igual que yo, ella también se cayó.
-Lo lamento-dijo sin mirarme, tratando de que no la reconociera, pero ya era muy tarde.
Me levanto y la ayudo a ella, y sigue sin mirarme. Sonrió, a diferencia de Devora, Andrea es más humilde y no le gusta ser rica, es simpática y trata bien a todos, hasta a mí.
-Andrea, deja de esconderte, ya te vi.
Susurra, creo que dice "mierda" pero no estoy segura. Suspira en forma cansada.
-Pero, ¿Cómo puedes estar tan segura de que soy yo?
- Acabas de confirmárlo.
-¡AHG! Cuando todo va bien, llegas tú y me encuentras.
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¿Y DONDE QUEDO EL AMOR?
Fanfic-No sabes con quien te estas metiendo niñita -dijo con determinación. Ahora me tocaba a mí ser la que echaba humos. Escuchaba las risas de Louis y Niall, y Harry que chocaba las cinco con su par de seguidores. -Hmm, no sé, ¿tal vez con el idiota má...