Capítulo 8

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Las calles estaban desiertas. La luna bañaba con su resplandor la ciudad de Venecia. Había algo en el repentino silencio que me aterraba, algo me decía que no debía estar allí. Avance lentamente, mis pisadas llenaban el aire con un leve sonido. Aunque tenía la seguridad de que estabamos en Verano, la temperatura de mi cuerpo era muy baja.
De repente, una sombra se deslizo en mi campo visual. Esperen, no una, si no varias. Me detuve en seco intentando ver algo en la oscuridad.
-Así que por fin te conocemos niña-una voz masculina gruño.
-¿Quiénes son?-sorprendente mente mi voz era firme y decidida. Sin una gota de terror
"Aléjate antes de que sea demasido tarde", susurro mi subconsiente
El silencio se vio interrumpido por una carcajada.
-Conmigo no juegas pequeña bestia-sonaba molesto
"Vete, corre"
-Katherine, Katherine-esta vez era una voz femenina la que me hablaba- No trates de engañarnos, sabemos que eres tú. Realmente me sorprende que hayas sobrevivido tanto tiempo oculta, un gran logro, debo reconocer. Pero ahora ya no puedes escapar. Te encontaramos
"PELIGRO"
Una de las sombras se lanzo sobre mí haciendome perder el equilibrio. Una milésima de segundo antes de caer conseguí girar, logrando que mi atacante resiviera el impacto de la caída. Confundida, aproveche la ocación para separarme y intentar huir. Pero solo me alejé unos centímetros, cuando una mano tomo fuertemente mi tobillo. Deje escapar un grito agudo mientras mi pecho golpeaba el suelo. Sentí el peso del enemigo sobre mi espalda. El dolor me recorrió completamente.  La misma mano que me había tomado del tobillo, inclinó mi cabeza hacia atrás con fuerza. Grite tan fuerte cómo mi garganta me lo permitió. Un cálido aliento choco con mi cuello haciendome estremecer.
-Quedate quieta o dolerá mucho más-susurro en mi oído el atacante
Claramente era un hombre, su voz era gruesa y grave.
Mi respiración se volvió agitada, apenas conseguía que el oxígeno entrara en mi cuerpo.
-Muy bien nena, quieta. Ahora vendrás con nosotros, ¿si?-detecté amenaza en su tono
-Vete al Tártaro-dije entre dientes, no reconocía esa palabra pero aún así la nombre
Entonces dos estallidos de luz me cegaron unos segundos y lo siguiente que logré distinguir fueron gritos. Dos nuevas figuras aparecieron y para mi sorpresa atacaron a mis enemigos. No distinguí lo que sucedía pero pronto deje de sentir la presión de un cuerpo sobre mi espalda. Intente respirar pero mis pulmones no me lo permitían. Con mucha dificultad, me di la vuelta para encontrarme con dos personas frente a mi. A la luz de la luna podía verlos claramente. La chica tenía alrededor de 12 años, su cabello rojizo ondulado se deslizaba con el viento. Vestía completamene de plateado y sobre su cabello descansaba una diadema plateada. En su espalda llevaba un carcaj, mientras en sus a manos sostenía un hermoso arco. Sus ojos se confundían completamente con la luna a su espalda. Me gire al chico a su lado. Su cabello era de un hermoso dorado. Sus ojos, aunque estuvieramos en la oscuridad de la noche, brillaban cómo pequeñas esferas de sol. Vestía vaqueros oscuros y una remera naranja con algo escríto que no pude distinguír. Al igual que la chica, llevaba un carcaj y un arco. Juntos parecían dos figuras muy diferentes, el día y la noche. Los mire detenidamente. El muchacho me extendió la mano, en señal de ayuda. Yo me quede allí, inmóvil. Mi mente en blanco, sin saber que decir o cómo reaccionar
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¡Hola lectoras!
Aquí un nuevo capítulo, espero que les guste. ¿Qué les pareció? ¿Quiénes eran esas figuras y de que hablaban? ¿Por qué esos chicos la salvaron? ¿Confiará en ellos nuestra chica?
¡Espero sus comentarios para saber que piensan ustedes!
¡Saludos desde las sombras! ♥♥♥♥♥♥♥

My only memory (Nico Di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora