Capítulo 4

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NARRA BRENDA:

El sonido del despertador me sobresaltó. Saqué la cabeza de entre las sábanas y abrí un ojo para ver que hora era. Marcaba las 4:30 de la mañana. Maldito despertador, está loco.Tenia dos opciones; ir a bañarme y ya estar limpia, o seguir durmiendo. Era obvia la respuesta.

***

Otra vez el estúpido ruido del estúpido despertador. Me fijé la hora, eran las 7:05 a.m. Me volví a envolver en las sábanas para ESPEREN, ¿LAS 7:05 A.M?. Y ahí es cuando comienza la maratón. Comencé a sacarme la ropa mientras corría al baño de mi habitación.

-Estúpido despertador. Estúpida hora. Estúpidas ganas de dormir.-okey, tenía que calmarme.

Me metí en la ducha. A la mañana el agua sale congelada, pero no podía esperar a que se calentara. Salí, agarré lo primero que encontré en el placard, me cambié, y deje mi cabello suelto y medio despeinado. Bajé las escaleras y encontré a mi familia desayunando tranquilamente.

-¿Por qué no me despertaron?-les dije molesta.

-Creímos que ya estabas despierta-dijo mi madre-Jayden nos dijo que fue a despertarte-agregó. Ese hijo de perra va a caer.

Desayune rápido y metí a mi padre,junto con mis maletas, en el auto. El Instituto quedaba a unos 10 minutos de mi casa, 20 con tráfico.

Llegamos a las 7:45, bajé mis maletas, me despedí de mi padre y entré. Conocía cada pasillo, por lo tanto no me perdí. Me dirigí hasta la habitación que me asignaron a principio de año y deje mis cosas. No estaba muy segura de si me emocionaba arrancar con la rutina otra vez, pero decidí relajarme. Saqué el pote de mi preciosa Nutella, tome mi computadora y me senté en la cama a ver Diario de Vampiros.

NARRA CATERINA:

Ya había llegado al instituto, era en verdad muy grande, entre y busqué la dirección, en donde la directora me estaba esperando, pero al parecer no la encontré. De pronto vi a un apuesto chico alto con ojos color verde que se dirigía hacia mí.

-Buscas a alguien?- Me dijo luciendo sus brackets.

-Sí, la dirección.- Dije disimulando mi atracción.

-Sigueme.- Dijo sonriendo y dando media vuelta, yo me mordí el labio, su sonrisa es tan ASDASDASD, okey calmate.- Soy Mathew.- Dijo después de unos segundos.

-Caterina.- Extendí la mano, pero él no solo la agarró, la beso, bueno bueno, esto es muy cursi.

-Bonito nombre.- Dijo.

-Es raro.

Cuando llegamos a la dirección vi a una pelirroja de espalda con una trenza.

-Que haces aquí?- Preguntó la directora hacia Mathew.

-Vine a acompañar a la novata.- Dijo divertido regalandome una sonrisa. Le di las gracias y se fue.

-Sientate,- dijo la directora señalando la silla de al lado de la pelirroja.- Caterina, ¿verdad?

-Sí.- Me senté.- Hola Luciana.

-Hola.-

-¿Ya se conocen?- Dijo la directora con una expresión confusa en su rostro.

-Nos conocimos en el avión viniendo hacia aquí.- Dijo Luciana amablemente.

-Que lástima que no les tocó la misma habitación.- Indudablemente, la directora, era una zorra. Nos dio un papel a cada una con el número de nuestras respectivas habitaciones.

-Oh, 101,- dije- como los dalmatas.

Nos fuimos juntas pero luego nos separamos para ir cada una a su habitación. Abrí la puerta de mi habitación sin importar que era lo que había dentro, entre y vi a una chica sentada en su cama comiendo Nutella y mirando "Diario de Vampiros". La otra, una chica rubia, estaba bailando desenfrenadamente "Bang Bang". Sin preguntas ni respuestas me dirigí hacia una cama en la cual deje mis maletas.

-Oye, esa es mi cama.- Protestó la que "bailaba".

-Te pregunté?- Dije haciendo que se incomodara y volviera a su estúpido baile.

La que comía Nutella se acerco hacia mí.

-Soy Brenda.- Dijo sonriendo. Le dediqué una sonrisa notoriamente falsa y saqué el celular.- ¿Me vas a decir tu nombre?

-No.- Contesté.

-Por qué no?- Dijo.

-Porque posiblemente quieras robar mi identidad.- Dije molestándola.

-Claro que no, podemos ser amigas.- Dijo sonriendo nuevamente.

-Aaaaaaay,- dije exclamando felicidad.- no.- Respondí cortante.

-Chupala.- Dijo creyéndose la Reina de Inglaterra y yéndose a algún lugar.

NARRA LUCIANA:

Bajé del auto y caminé hacia el frente, la escuela era terriblemente grande. Dirigí mi mirada por todo el campus, había muchas personas con valijas y mochilas, madres llorando, hijos consolándolas. No era para tanto, sólo unos meses de clases y los volverían a ver. Me quede viendo un punto fijo, un chico para ser exacta, era muy alto, castaño de ojos verdes, entorné los ojos y lo vi mejor, nunca tuve un novio como él, en realidad, nunca tuve novio. Pero se que quiero uno como él.

-¿A quién estas mirando? - Me pregunto Ethan que iba a empezar cuarto año, Simon empezaba primero y Luke el último año, yo por mi parte, tercero.

-A nadie Ety- Le respondí con ese apodo que no le gustaba nada

-Okey Lucy.

-Chicos,- nos llamó mamá.- vengan a saludar que nos tenemos que ir.

Los saludamos a los dos por más de veinte minutos y nos dirigimos a la dirección

La directora había atendido uno por uno ¡Pensé que por ser mujer me aprendería primero! Pero no.

-¿Que haces aquí?- Escuche preguntar a la directora a alguien detrás mio.

-Vine a acompañar a la novata.- Dijo un chico divertido, me di vuelta y era el mismo chico de hoy.

-Siéntate- dijo la directora señalando la silla de al lado mío.

- ¿Caterina, verdad?

-Sí.- Dijo mientras se sentaba.- Hola Luciana.

-Hola.- Dije saludándola sonriente, por lo menos conozco a alguien.

-¿Ya se conocen?- Dijo la directora confusa.

-Nos conocimos en el avión viniendo hacia aquí.- Dije, intentando sonar respetuosa.

-Que lástima que no les tocó la misma habitación.- Dijo la directora mirándonos, ella iba a ser la primera en caer de este estúpido Instituto.

Mientras camino hacia mi habitación "202" pienso en el chico que estaba con Cati, por pensar en él me chocó con alguien y me caigo. No como en las películas, "Me caí arriba suyo rozándole sus labios", no. Él me empujó y caí hacia atrás golpeándome la cabeza con la valija que traía arrastrando detrás mio.

-¿Que te pasa? ¿No ves que estoy pasando?

Es el chico que estaba con Caterina, pero sin brackets ¿Como es posible? Lo miro mal, el fue quien me empujó no yo, solo lo choqué.

Me mira bien y me sonríe.

-Perdón preciosa, yo te ayudó.- Oh claro que no ¿Me empuja y ahora me dice esto?

Me levantó yo sola mientras dejó su mano extendida dispuesta a ayudarme.

-No quiero tu estúpida ayuda, imbécil.

-Las princesas no insultan. - Me dijo sonriente.

-¿Traigo una puta corona?¿Vivo en un Castillo?

-No, pero...

-Entonces no jodas.- Le dije, y me fui a mi habitación.

N/A: *Brenda en multimedia.*

So we are... REBELSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora