Sobreviviente · Creepypastas

<<Capítulo 16: El robo y la muerte.>>

Narra Scarlett:

- ¿Es una broma verdad?- Jeff negó divertido. Suspire y Liu me paso algunos bolsos y un pasamontañas.

- Tu tienes que buscar medicinas. ¿Entendido?- Asentí y me puse el pasamontañas. Cuando di unos pasos me detuvieron- Toma- Me ofreció una pistola y yo lo mire desconfiada- Es para que te protejas- La tome y luego de que ellos se cubrieran el rostro, entramos al lugar.

Nos colocamos en la entrada y sentía la adrenalina correr por mis venas, el pelinegro saco una pistola y disparó varias veces al aire, causando desesperación y pánico en las personas. Los tres nos dispersamos y me dirigí, corriendo, hacia la farmacia del lugar. Al llegar al lugar, que estaba desierto, deje los bolsos en el mostrador y corrí, con un bolso, hasta la bodega.

Al cabo de unos diez minutos tenía los bolsos llenos de medicinas, vendas, y otras cosas que encontré, se escucharon las sirenas de la policía. Cuando llegue a la entrada del mercado, vi a los hermanos esperarme.

- ¿Puedes darte un poco de prisa?- Me grito el pelinegro sarcástico. Al estar más cerca de ellos pude ver como tenían los bolsos llenos, y un hombre se acercaba a ellos con una escopeta.

- Detrás de ustedes- Les advertí asustada. Se voltearon y rápidamente se encargaron de matar al que parecía el dueño del local y tomar su arma. Liu se acercó a mí y me arrastró a la salida. Afuera todo era un caos, la gente gritaba y corría, llovía a cántaros y la policía estaba por llegar. Recorrimos algunas calles cuando una patrulla apareció frente a nosotros, tres oficiales bajaron del auto y comenzaron a pelear con Liu y Jeff.

Jeff rápidamente mató a uno, clavandole un cuchillo en la yugular y comenzó a pelear con el segundo, mientras Liu se encargaba de el tercero. Me acerque al hombre que estaba en el suelo, fue casi como un reflejo, y me quite la máscara, haciendo que las gotas de agua mojaran más mi rostro, ya que estaba lloviendo. Frente a mí estaban Liu y el policía, al darse cuenta de lo que hice, ambos se voltearon a verme.

- Tu eres una de las desaparecidas- Murmuro para si mismo el desconocido y mis ojos comenzaron a humedecerse. Los dos volvieron a su lucha y yo le quite el cuchillo de la garganta a el hombre y le golpee el rostro suavemente, teniendo la esperanza de que el estuviera vivo y todo fuera una pesadilla, pero me equivoque, no reaccionaba y cuando me empecé a desesperar y a sacudirlo, escuche el grito de Jeff. Me giré a verlo, le habían disparado en el estómago y el hombre estaba sobre él, a punto de matarlo.

Lo que hice me sorprendió, en realidad, nos sorprendió a todos. Tome el cuchillo y corrí hasta el hombre, cuando estuve lo suficientemente cerca me tire sobre el, derribandolo, y lo apuñale en el abdomen, el me miro sorprendido y me intentó hablar, pero la sangre subió por su garganta y se atraganto. A los segundos sus ojos dejaron de brillar, había muerto, apuñalado en el estómago y ahogado por su propia sangre.

Mire mis manos, manchadas de sangre de una persona inocente y que yo había matado. ¿Qué diablos he hecho? ¿Acaso he matado a alguien inocente por intentar salvar a alguien que solo me causo dolor? ¿Porque lo he hecho?

- Scarlett- Me llamó Liu y las lágrimas comenzaron a caer con más intensidad. Ambos me miraban sorprendidos. Me levanté, tambaleándome, pero cuando estuve apunto de caerme el castaño me sostuvo de la cintura, a lo que reaccioné empujándolo y mirándolos con odio.

- ¡No me toques, no me toquen! ¡No tienen el derecho a tocarme! ¡Ni a hablarme, ni siquiera a respirar cerca de mí!- Mi voz se rompió y mi vista se comenzó a nublar por la lagrimas- ¡Los odio! ¡Les juro que me vengare por lo que me han hecho! ¡Por lo que me han obligado a hacer!- Comencé a correr sin ninguna dirección, escapando de todo, de los problemas, de las muertes, de ellos.

[...]

Luego de correr lo que parecieron horas llegue a una carretera rodeada de árboles, pare de correr y mire a mi alrededor, inexpresiva, con el corazón roto, con la cordura al límite del abismo. Me acosté en la calle, fría y húmeda al igual que mis mejillas, extendí mis brazos, esperando. 

Ni siquiera sé lo que espero, si es la muerte, esperanza o que me arresten y me encierren en una celda por el resto de mi vida. Cerré mis ojos y recordé los momentos felices y tristes que pase junto a mi familia y amigos, hasta las peleas y los dolores, los llantos y las risas, las heridas y las recuperaciones, pensé en las cosas que siempre quise hacer y no pude, gracias a ellos, a esos asesinos.

Cuando estuve apunto de dormirme, unas luces me cegaron. Volví a cerrar los ojos y escuche como se abría la puerta de un coche y unos pasos que se acercaron a mi cuerpo casi inerte. Sentí como se asomaban a verme y me acariciaban la mejilla, e identifique que la persona era un hombre. Intente abrir los ojos, reaccionar y poder detenerlo, pero no tenía las fuerzas suficientes.

- Abre los ojos- Su voz era hipnotizarte y seductora, peligrosa. Hice lo que me ordenó y me encontré con unos ojos celeste, unos cabellos castaños y una sonrisa despampanante, pero psicópata- ¿Cuál es tu nombre?- Estoy casi segura de que sus pupilas se dilataron y no le iba a responder, pero la palabra se escapó de mis labios sin mi permiso.

- Scarlett- Susurré casi inaudible, pero creo que lo escucho ya que ensanchó su sonrisa. Acercó su muñeca a su brazo y la mordió, haciendo que de ella saliera sangre. Solté una exclamación ahogada, a lo que él aprovechó para acercarlo a mi boca, haciendo que trague un poco de su sangre.

- Escúchame bien, Scarlett, no gritaras ni te moverás- Asentí y luego de eso todo se volvió negro.